Escapando de todo(alec)

Estaba harta de vagar siempre por los mismos sitios, necesitaba mi espacio, relacionarme con gente nueva, conocer "mundo". Aparqué la vespa a la entrada del cine. Me quité el casco y lo guardé en el maletero. Al traspasar las puertas pude ver a muchas parejas jóvenes y no tan jóvenes, comprando entradas para la película más romántica y empalagosa que se encontrase en taquilla. Intenté no poner mucha cara de asco mientras me dirigía al mostrador que por suerte no había nadie.
- Hola, deme una entrada para la película más escalofríante que se encuentre en el cine. - El chico me miró un poco raro, pero no dijo nada más y me dio la entrada. La pagué y sin siquiera mirar el nombre, sólo la sala, entré en ella y me senté. Saqué de mi bolso un paquete de palomitas que había comprado a la salida de Forks y lo abrí. No había mucha gente,por no decir nadie y menos por donde estaba mi butaca. Me acomodé en ella, mientras esperaba que la película empezase. A ver cuanto miedo daba.

Cuando la película estaba en el principio, por cierto, la parte más aburrida, la típica escena en la que una pareja está en la parte trasera del coche, dándose cariños, cuando llega el monstruo mutante y se lleva a la chica, un olor demasiado dulzón llegó a mis fosas nasales, olí las palomitas, no,ellas no eran. De pronto oí una voz a mis espaldas, un gélido aliento rozó mi oreja y cuello. Me volví rápidamente, dios, no me libraba ni en el cine. ¿Es que a caso los vampiros no descansaban nunca?
Intenté relajarme,no quería convertirme y menos en ése lugar.
- La verdad es que no tengo ni idea- Dije lo más calmada posible, sonriendo levemente. Miré los ojos del chico que no tendría más de dieciseis años. Rojo profundo... mm,¿sería una mala señal?

- Bueno....eso de que no muerdes no es muy seguro, pero no te preocupes, que yo tampoco muerdo - Reí flojito, volviendo la mirada hacia la pantalla.
- A mi más que risa me da un poco de pena, ya no saben hacer películas buenas- Apoyé la cabeza sobre una mano.
-¿quieres palomitas? - Pregunté divertida, mientras le ofrecía palomitas,a sabiendas de lo que me respondería.

Rei. Era obvio que me sabria a tierra. Pero no queria ser maleducado. Saque una pequeña botella que tenia tras en el pantalon. Coji un poco de PopCorn y lo undi en sangre. Ahora si. Me lo comi con gusto y ganas. -Uhmmmm... delicioso- Me relambi los labios.

Observé con una mueca de disgusto lo que contenía la botella, el olor había llegado hasta mí en cuanto la había abierto.
- Puaj, sigo sin entender cómo podeis tomar eso- Comenté,volviendo la mirada a la pantalla, que para ese momento los zombis empezaban a salir de todas partes.
- Por cierto, soy Christine Sandler, y si no tienes cuidado conmigo, puedo ser Tu Peor Pesadilla- Bromeé a medias, mirándole de reojo.

Enarqué una ceja, divertida, varias personas que estaban viendo la película se habían vuelto al escucharle reír y nos miraban con ojos asesinos.
- Si sigues así,no seré yo quien te muerda- Comenté, mientras señalaba a los chicos de delante.
- Bueno,me vas a decir cual es tu nombre o esperas a que lo adivine.

- ¿Quién muerde ahora? Prefiero no responder a esa pregunta...- Bromeé, mirando de nuevo la pantalla. Le miré cuando dijo un comentario sobre las palomitas- Pues del maíz, ¿de dónde sino? - Reí de nuevo

-Tienes razón, la vida no es tan....bonita como la pintan. Al final deberían de morir alguno de los dos,o ambos si hace falta.Siempre pasa eso, claro, no de forma literal, al final el amor acaba y quién sabe si vuelve...- Me callé al ver que estaba hablando de algo que no tenía nada que hacer. El final me había deprimido. Excelente. Las luces se encendieron y la poca gente empezó a salir,comentando la película. Le eché una mirada detenida ahora que estaban las luces encendidas y podía verlo bien. Tenía la cara un poco aniñada, así que si no me equivocaba, no pasaría de los 16....congelado a esa edad...o por lo menos eso creía yo. Pero claro, no podía hacer ningún comentario al respecto, pues yo me había "congelado" a los 15.
- ¿qué haces ahora?

-Sí,gracias por preocuparte,es sólo que...- Suspiré- Da igual, no quiero deprimirte con mis problemas. - Nos dirigimos hacia la salida de la sala de cine. - No debería de estar hablando contigo, así,tan tranquilamente, lo sabes, ¿verdad?

Le agradecí con una sonrisa cuando me abrió la puerta. - Yo te lo agradezco, pero...sinceramente no quiero pensar en ello. Quiero divertirme, disfrutar del momento, reír hasta que me duela la barriga y que al levantarme todo hubiese sido como un sueño...más bien una pesadilla. Pero creo que es imposible...

-¿Qué? - Le miré confusa- No, no es eso. Da igual, de veras...no me apetece hablar de ello, si he salido de la reserva es para olvidarme por un rato de mis problemas, no para recordarlos.