Habitacion de Willow

En algún punto el olor a perro apestaba de nuevo pero él no prestaba mucha atención, solo quería estar con ella, besarla y hacerle cosas que se merecía una diosa. Sus pensamiento lo tenían alborotado pero la sensación de calor en su mano le decía que ella estaba con él y finalmente llegaron a una hermosa casita en medio del bosque.

-Permíteme - Le dijo tomándola en bolandas para entrar a la casa como si fueran recién casados, estaba feliz con una sonrisa de bobo y por el olor distinguió la habitación de ella entrando para cerrar la puerta con llave.

-Ahora no nos molestarán pero... - La miró a los ojos besando su frente, no quería hacer nada que ella no quisiera, con estar a su lado sería suficiente y eso era incluso más de lo que podía pedir.

Olí el olor de Jack a distancia pero no lo suficientemente fuerte cosa que indicaba que la casa estaba cerca pero que Jack no estaba tal y como suponia.

Llegamos a la casa y antes de que pudiera entrar el me tomo en bolandas. Me reí y apoye mi cabeza en su pecho. Seguramente en este momento debia estar sonriendo como una tonta pero no me importaba me llevo hasta mi habitación y cerro la puerta con llave.
Escuche lo que me dijo y le miré y asenti con la cabeza como mudo consentimiento
-Mi Draculín, te quiero-susurre y empece a besarle con pasión.

Cuando ella asintió la escuchó decirle Draculín, eso lo hizo sonreír porque venía de su cachorrita y luego el beso, ese beso pasional que lo llevo directo al deseo de ella de nuevo. Le correspondió el beso con la misma intensidad y pasión que ella le estaba dando, estaba de lo más cómodo, no se cansaría jamás de tenerla en sus brazos pero finalmente tendría que dejarla.

Se acercó a la cama para acomodarla sobre el suave colchón sin dejar de besarla para que sus manos fueran a acariciar su cintura, la deseaba, la quería y la comería si pudiera. Se colocó suavemente sobre ella, no quería incomodarla en ningún momento, solo quería que se sintiera a gusto y esperaba hacerla sentir bien.

-Mi cachorrita tu... - No sabía como preguntar algo tan indiscreto, preguntarle si ella seguía siendo pura, virgen en el tema de las relaciones sexuales y si era así la trataría como muñeca de porcelana.

Se acerco a la cama y me acomodo sobre el colchon sin dejar de besarme mientras me acariciaba la cintura sonreí y empece a acarciarle los pectorales y luego la espalda cuando se colocó sobre mi.
Le deseaba y queria ser suya y que el fuera mío, solo mío.
Escuche lo que dijo y negué con la cabeza con suavidad algo avergonzada seguramente él pensaba que seguramente lo era pero estaba equivocado de todas formas la forma en que me lo pregunto me parecio la adecuada.

Empecé a jugar con el borde de su camisa mirandolo con una sonrisa picara y volví a besarle.

Había negado con la cabeza pero eso no significaba que dejaría de tratarla como una princesa, la quería, la deseaba e incluso se animaba a decir que la amaba, era mucho y muy rápido pero así lo sentía. La vio jugar con el borde de su camisa, una sonrisa pícara en sus labios y volvió a sentirla besarlo con tanto interés que le volvía loco.

Lentamente sus manos se dirigieron a la blusa que ella llevaba puesta para levantarla lentamente, no quería apresurarla ni asustarla, iría despacio a menos que ella no quisiera que fueran despacio y eso sería una orden para él. Dejó de besar sus labios para besar el ombligo de ella mientras más subía la blusa, más besaba la piel de su vientre y subía también.

Gemí un poco y cerré los ojos cuando sentí sus fríos labios en mi vientre pero no me queje, me gustaba.
Mis manos buscaron los botones de sus camisa y empece a desabrocharsela con lentitud acariciando su torso a medida que iba desabrochando puesto que no podía hecr mucho más mientras el seguiera subiendo con sus besos.
Cuando acabé de desabrochar su camisa empecé a deslizarla por sus brazos mientras los iba acariciando para quitarsela tarea dificil por la posicion en la que estaba.

Notó como ella llevó sus manitas a desabrochar los botones de la camisa, sin pensarlo dos veces terminó de levantar la blusa hasta su cuello, coló una mano en su espalda para ayudarla a incorporarse un poco y finalmente le sacó la blusa. Su camisa ya estaba complétamente desabrochara, ella intentaba sacárla por lo que dejó que la tela cayera por sus brazos descubriendo su torso finalmente y mirándola tan hermosa.

-Mi cachorrita hermosa - Susurró acariciando la mejilla de Willow para bajar lentamente sus manos por el cuello, luego a los hombros, los brazos subiendo y bajando para finalmente quedarse en su cintura, dejándola hacer lo que quisiera.

Le ayude a acabar de sacarme al blusa y vi como acabo de quitarse la camisa él mismo. Escuche su susurro y abrí los ojos para mirarlo cuando paro de acariciarme y me moví para quedar encima de él.
-Mi Draculín de marmol-susurre en su oído. Empece a besarle prmero en la boca luego en el cuello hasta llegar al hombro y entonces hice una pequeña pausa para mirarle con una sonrisa picara.
Segui el recorrido besando su torso y luego su abdomen hasta llegar hasta el cierre del pantalon. Empece a jugar con el cierre como si dudara.

Esta señorita era bastante pícara, se había puesto sobre su cuerpo, eso lo provocaba, más aún escuchándola hablar y lo besó en la boca con intensidad mientras que las manos de él iban a su cintura. Sentirla sobre su cuerpo lo exitaba, lo hacía desearla más aún y los besos que dejaba por su cuello lo estaba poniendo más.

-Niña traviesa - Dijo mirándola como dudaba jugando con el cierre de su pantalón, él sonreía de la misma forma pícara que ella, simplemente esperando que se sintiera cómoda para denudarlo y sin dejar de ver su cuerpo hermoso.

Me reí con lo que dijo y empece a desabrocharle los pantalones con lentitud de una forma que me mataba incluso a mi.
Cada vez me estaba excitando más sobre todo al oir lo que me decia y al ver el deseo en sus ojos era la primera vez que me excitaba con tan poco. Dios, le deseaba pero le haría esperar un poco.
Acabe de desabrocharle el pantalon y me aparte para que pudiera moverse y sacarselos puesto que asi no se los podria sacar.

Fue una tortura verla desabrochar los pantalones, lo hacía tan lentamente que lo volvía loco, su mirada siempre fija en los ojos de ella denotaba cuánto le estaba costando a ella también aguantar y eso lo excitaba. Una vez que ella terminó de desabrochar el pantalón se hizo a un lado para que él pudiera sacárselos y aprovechó la situación para volver a colocarse sobre ella besando su cuello.

-Mi niña traviesa - Volvió a decir en su oído como un susurro, estaba seguro de que eso le gustabaría por lo que luego fue bajando por su cuerpo con besos hasta la cintura de su jeans y jugó con el botón de este mirándola.

Empezo a besarme el cuello y moví la cabeza para darle más acceso.
Su susurro me gusto y mucho. Cuando empezo a bajar por mi cuerpo con besos me mordí el labio inferior y solté un leve suspiro.
Empezo a jugar con el botton de mis jeans y no dude en pensar que era como una ''venganza'' por lo que habia hecho yo con él. Le miré con intensidad
-Tiago...-susurre como una orden mientras lo miraba. Ya estaba tardando en desabrochar el maldito boton.
Mientras esperaba le miré de arriba a abajo dios, estaba genial solo con los boxers aunque me sobraban.

La seguía tentando mientras jugaba con el botón de sus jeans, hasta que la escuchó darle una orden con su nombre nada más, levantó los ojos seriamente mirándola y desabrochó el botón. Su cachorrita dando órdenes era lo más sexy que podía haber visto, esa boquita diciendo su nombre de esa forma, estaba emocionado y con cuidado le quitó el jean.

-Algo más mi damita? - Preguntó con picardía mientras la miraba, Dios que cuerpo tenía esa chica, y lo mejor de todo era que era solo suya.

Parecía que mi ''orden'' había surgido efecto aparte de que parecia sorprendido por ello. Me mordí el labio inferior con la pregunta que hizo y le bese mientras mis manos se digirian a sus boxers y jugaban con el borde de ellos.
Deje de besarlo y lo miré.
-Mmmm creo que ya sabes lo que quiero ¿o no?-pregunte mirandolo de arriba a abajo era perfecto y todo mío. Me desabroche el sujetador sin dejar de mirarlo.

Off:Como mola tu firma *.*

Esa voz suya con su mirada de picardía lo estaba enloqueciendo, en verdad quería poder tomarla a lo bruto pero no, se controlaría, siempre se había dado de ser un caballero y lo sería. La vio desabrocharse el sujetador sin dejar de mirarlo, lo sacó y lo tiró al costado, la visión de esos dos perfectos pechos lo hizo inclinarse para tomar uno en su boca.

Como si fuera un bebe hambriendo comenzó a succionar ese pecho mientras que su mano se dedicaba a masajear el otro, pellizcando de vez en cuando su pezón que se había endurecido y arrancando ciertos gemidos. Ella lo quería sin ropa pero él la quería a ella más ansiosa, más caliente, más perdida en el placer de lo que cualquiera pudiera darle y quería ser perfecto para ella, nada más que eso por lo que llevó la otra mano a acariciar sobre las braguitas de Willow con intensidad buscando su clítoris.

Off: Gracias *o*

Deje que me sacara el sujetador. Veía en sus ojos como el tambien me deseaba y eso me hacía feliz pero queria más mucho más.
Cerré los ojos y eche la cabeza hacía atras abandonandome a lo que me estaba haciendo cuando. Se me escaparon algunos gemidos mientras intentaba acercarle más a mi.
Noté que su otra mano iba a mis braguitas y empezaba a acariciar mi parte más intima.
Me estaba haciendo enloquecer y cada vez lo deseaba más y más. Empecé a acariciarle la espalda dibujando circulitos con los dedos mientras iba bajando a la vez que se me escapaban gemidos y suspiros por lo que él estaba haciendo.

Notaba como su cuerpo se entregaba al placer, que ella deseaba más por lo que con una uña rompió la braguita en dos haciendo que ella gimiera, de susto por haber sido un poco bruto y de placer. Sus dedos fueron a los pliegues de su entrepierna haciéndolo estremecer, le gustaba eso, cambió de pecho con su boca para arrancarse también los boxers y estaba en verdad exitado.

-Estás lista mi cachorrita? - Dijo colocándose en su entrada mientras masajeaba su pecho y la miraba a los ojos, estaba deseoso de entrar aunque podía seguir jugando con ella mucho más tiempo porque adoraba su cuerpo.

Me rompio la braguita con la uña y me hizo gemir de sorpresa pero a la vez de placer porque me había gustado. Me estremeci con lo siguiente que hizo, en verdad todo el estaba helado pero me atraia.
Cuando me pregunto si estaba lista la respuesta la tenía clara: Sí estaba excitada y en verdad lo deseaba y mucho.

-Sí...-respondí con deseo mirandolo a los ojos. Deseaba que me penetrara de una vez. Lo examiné comiendomelo con la mirada era perfecto, todo él.

Ella había dicho que sí con mucho énfasis, su voz denotaba placer, su cuerpo lo deseaba, él lo sabía y así como ella estaba por volverse loco de deseo. Con cuidado terminó de posicionarse en su entrada para presionar su miembro penetrándola solo un poco y soltando un gemido.

-Dios Willow - Gimió de placer con solo la punta en ella, en verdad estaba perfecta, húmeda, lista para él y además bien estrecha, eso lo hacía volverse más loco para finalmente seguir entrando con cuidado de no lastimarla mientras sus manos acariciaban sus pechos.

Cuando me penetro no pude contener un gemido de placer y volví a gemir cuando escuché su gemido. Segui entrando en mi sin dejar de acariciarme los pechos.
Empece a acariciar su fria espalda y a moverme provocativamente para insitarlo a ir más rapido su elntitud me estaba matando por así decirlo.

-Santiago-gemí cuando empezó a ir más rapido, lo deseaba y era mío, solo mío y eso me gustaba, y mucho.

Ella era provocativa, sensual, maravillosa y toda suya, la sensación de poseerla se hizo presente en su mente para aumentar el ritmo de las embestidas un poco más, tal como ella demandaba. Él no quería detenerse, se inclinó sobre ella para besar sus labios haciendo que su lengua repitiera lo que su miembro en ella, la penetraba y le gustaba los gemidos que emitía.

El ritmo seguía rápidamente, no se detendría por nada, ella era suya, suya y de nadie más, ese pensamiento lo tenía bien atrapado mientras sus manos pasaron de sus pechos a su espalda. La levantó levemente por la cintura haciendo que el ángulo de entrada fuese mejor, así llegaba más hondo con cada movimiento y se ganaba más gemidos de la boca de su cachorrita.

No quería que se deteniera de hecho podría estar toda la existencia asi. Vida no era adecuado puesto que tecnicamente el estaba muerto ademas de que ninguno de los dos envejeceria como un mortal.
Correspondí su beso mientras gemía, no quería que se detuviera.
Mi Draculín es mío para siempre solo podía pensar en eso en que era mío y de nadie más no permitiria que alguien me lo quitara a menos que él lo quisiera así puesto que cuando el era feliz yo tambien.
Me agarré con fuerza a su espalda pero sabia que no le haría daño pro muy fuerte que apretara.

Se movía en su interior como nunca, había tenido sexo pero esto, esto era el cielo, esto era hacer el amor en realidad y era una sensación que no había experimentado en su existencia. Siguió con las embestidas mientras las escuchaba gemir, ella era suya, nada más que suya y lo sería por el resto de su eternidad si dependiera de él, pero ahora no pensaría en eso.

Quería que ella fuese quien disfrutara más ese momento, sabía que lo estaba disfrutando pero la quería llevar al borde, al orgasmo como fuera posible y con una mano sosteniéndola llevó la otra hacia sus nalgas para pegarla a su cuerpo a la vez que la embestía. Eso lo hizo gruñir como nunca, la sensación era increíble, no sabía si duraría mucho pero la quería hacer llegar a ella primero y esa era su meta.

Las embestidas seguian cada vez más fuertes. Mi respiración empezo a agitarse y empece a jadear ahora entendia la diferencia entre tener sexo y hacer el amor, sentía que podía tocar el cielo con las manos.
Cuando me pego más a él apoye mi barbilla en su hombro sin dejar de gemir.

Unos diez minutos depués las paredes de mi sexo se empezaron a contraer, indicándome que había llegado al clímax. Cerré los ojos y clave mis uñas en su espalda seguramente lo notaría pero no le haría ningun daño de eso estaba segura.