Una nueva amistad

Yo entré a la cafetería con el diario del día,me senté en la mesa,y me puse a leerlo mientras esperaba a que viniese el mesero,vino y pedí colacao, odio el café,no me gusta para nada,el mesero me miró con cara extraña cuando le pedí eso,yo solo sonreí

Después de buscar por toda La Push, alguna tienda de ropita de bebés, me monté en un taxi y me fui para Forks,esperando tener más suerte que con lo que encontré en la Push,[o sea,nada]. De paso, esperaba encontrar por ahí a Dayana, que seguro que se emocionaría mucho al verme ya con tanta barriga,aunque sólo estuviese de tres meses, parecía que estaba de 5 o un poco más. La gente me miraba extrañada, yo aún tenía cara aniñada, ya no tanto como al principio, antes de quedar embarazada, pero aún tenía algunos rasgos de la niñez.
Vi una cafetería a lo lejos,y se me antojó algo de chocolate, casi corrí hasta ella y entré, vi de espaldas a una chica con el pelo negro y largo, pensé que era Emily,aunque me extrañaba que estuviese aquí en Forks.
-Hola Emi...-Corté la frase a la mitad cuando vi que no era ella, si no otra chica que leía el periódico entretenidamente. - Siento las molestias, pensé que era otra persona.-Me disculpé.

De pronto se acerca a mí una chica y me habla-ohh... no pasa nada,no te preocupes.-La chica se sentía un poco apenada por la situación, miré un poco más abajo y ví que estaba embarazada,no me había dado cuenta-Mejor siéntate,debes estar un poco cansada con el embarazo.-le dije con una sonrisa

Me quedé quieta durante unas milésimas de segundos,sin saber que hacer, luego opté por hacerle caso y me senté en la silla que estaba frente suya.
- Realmente sí estoy cansada,aunque no he andado casi nada. - Observé a mi alrededor, la cafetería tenía un aspecto acogedor, con tonos cálidos como marrones y cremas. La camarera se acercó hasta mí y me dijo que qué quería pedir.
-Pues...si sería tan amable de traerme un trozo de tarta de chocolate...-Le pedí, sonrojada.
Miré a la chica que estaba delante de mí- Lo siento,no me he presentado, soy Christine Sandler.

Cuando le díje eso,la ví un poco indecisa,luego optó por sentarse-Te comprendo-se acercó la camarera,y ella pidió-Oh...se me había olvidado,claro,un gusto Christine,yo soy Natalie Williams,pero me puedes decir Nati,es más corto.-le díje sonriendo-¿Y de cuántos meses estas?-

Encantada Natalie, a mi me puedes decir Chris,es más corto- Le sonreí, en ese momento llegó la camarera, poniéndome el plato sobre la mesa. Le agradecí con la mirada, y ella se marchó no sin antes decir un "Que le aproveche", la camarera estuvo constantemente mirandome el vientre y la cara, turnándose por así decirlo, seguro que estaba pensando lo que todos. "Demasiado joven para ser madre". Tuve ganas de decirle: ¿Qué,nunca has visto a una embarazada? Pero me contuve, en vez de eso, tomé el tenedor y tomé una porción de la tarta. Escuché la pregunta de Nati,cuando terminé de morder y tragar le respondí.
-Estoy de tres y pico, aunque no lo parezca, tampoco son dos ni nada por el estilo.- Le avisé,antes de que comentase algo parecido.

-Claro,Chris-le sonreí,me parecía que era muy joven para ser madre,pero que más da,lo importate es que ella ha optado por darle vida a esa personita que cada día crece dentro de ella-Ah...¡Enhorabuena! aunque creo que eres demasiado joven,pero bueno lo importante es que vas a tener un bebe o una beba hermosa,seguro y se parecerá a ti-le dije sonriendo

Me mordí el labio, sabía por intuición que diría esas palabras, normal, todo el mundo piensa lo mismo sobre las madres adolescentes,y eso me cabreaba; una corriente, como al rojo vivo, recorrió mi espina dorsal, haciendo que curvase la espalda, las manos empezaron a temblarme y las coloqué en la tripa, para calmarme, cosa que funcionó.
Natalie me miró extrañada, le sonreí de medio lado- Una patada, el niño o la niña va a tener mucha fuerza.- Mentí, esperaba que la mentira colase. Me fijé en el periódico encima de la mesa.
-¿Alguna noticia nueva e interesante?- Le pregunté,para despistarla.

Vi como sufrió un poco,era una patada,un gran sueño mio es ser madre,pero lo veo difícil todavía,es más no tengo ni pareja,aunque prefiero no enamorarme-ella me preguntó sobre alguna noticia-No,como las de todo los días,que si un político dice algo o que si dice lo otro.-dije sonriendo

Bufé,odiaba todo lo relacionado con la política. Me llevé a la boca otro trozo de la tarta,que por cierto estaba riquísima. Miré por la ventana distraídamente, el día estaba nublado, pero de vez en cuando el sol salía entre las espesas nubes, dándole al verde de los árboles un tono más vivo, por suerte no estaba lluviendo.
-¿Eres de aquí? - Le pregunté.

-Se puede decir que sí,llevo casi 3 años aquí desde que...-dejé de hablar,no le podía contar lo que me pasó,aún con el paso de los años no he podido olvidar lo que me ocurrió,no hay un día de mi vida que no me halla acordado,me siento mal porque ellos están muertos y yo no,debería de haber luchado,así no me sentiría culpable,lo peor fue que lo vi todo,yo creí en la justicia,que personas inocentes no morían,pero que va,triste realidad el ver que personas inocentes mueren a diario,estaba un poco triste,empecé a temblar un poco.