Habitación 213 [Genevieve]

Atravesé las puertas del hospital con Ginny en brazos. Un médico pidió una camilla al ver la pierna de la chica. Cuando trajeron la camilla la puse en esta teniendo el mas cuidado posible.

-¿Que ha pasado? - me preguntó uno de los doctores que se habia acercado, mirandome acusatoriamente.

-No estoy seguro, me la encontré asi en el bosque, me ha contado algo de que la querian violar. - le expliqué al doctor que desvió la mirada, pero tenia la impresión que no me habia creido.

Caminé al lado de la camilla de mi amiga, agarrandola de la mano para que no se sintiese entre desconocidos.

-No puedes pasar a partir de aquí, se te llamará por los altavoces cuando terminemos. - me dijo el médico de antes.

-Pero... - quise replicar, pero sabia que era imposible, no me iban a dejar entrar. Por lo que me agaché a la altura de Ginny para hablarle al oido. - Ginny, te tengo que dejar, pero pronto nos volveremos a ver. - le dí un beso en la frente y susurré un "te quiero" casi inaudible, parecia demasiado ida para que me hubiese escuchado y me fui a la sala de espera.

(Seeee, ¡hemos ganado! Partidazo, para lo que han sufrido los jugadores, lo ha valido xD Ahora puedes tirar el volador que te faltó xD)

Me dolía la pierna a horrores y empezaba a soltar gruñidos. Al final llegó hasta el hospital conmigo en brazos, creí que el dolor ya no podía ser más fuerte. Me tumbó sobre una camilla y escuché lo que decían él y el médico que había acudido, pero sólo entendí palabras sueltas.

Notaba la mano de Dan aferrando la mía y me sentí bien... Dentro de lo posible, pero entonces su mano soltó la mía y escuché unas palabras en mi oído. Unas de ellas me parecieron extrañas ''Te quiero''. ¿Seguro que había escuchado eso?

Estaba muy nerviosa porque me sentía muy sola y sentía miedo, tenía miedo de que el vampiro volviera a hacerme daño, a acabar con lo que tenía pensado.

-Dime, jovencita, ¿Puedes decir qué ha pasado?

-Me han intentado... violar en el... bosque.

Y matar también.

-¿Quién?

-No... lo sé...

-¿Ese chico...?

-Él es mi amigo... Me ha ayudado...

-No debes tener miedo...

-¡No tengo miedo!-grité en gruñido de dolor. Y entonces el médico reaccionó y empezó a hacer su trabajo.

Me senté en un asiento de la sala de espera, me entretuve mirando a las personas que pasaban, habia de todo, ancianos, jovenes, madres con niños... El tiempo se me pasó totalmente lento, pensaba que habían pasado como ¿Cuanto? ¿5 horas? y no habia pasado ni 30 minutos cuando el altavoz dijo:

-Familiares de Genevieve Waltz acudan a la habitación 213. - sin pensarmelo me levanté y caminé por un pasillo larguisimo, me lo caminé casi todo hasta que llegué a la habitación 213.

Ginny parecia mejor, le habían nyesado la pierna y curado el labio, tenia un tubo que le iba hasta la vena, seguramente le estaban administrando suero, también le habían puesto unas de esas batas de hospital que dejan el culo al aire (xDDDD). Tenia los ojos cerrados, pero no supe exactamente si estaba durmiendo, me senté en un sillón que había al lado de la cama y acaricié la mano de Ginny, aliviado pero a la vez herido por verla en ese estado.

(xD ole con la batita)

Me había pinchado para ponerme suero pero ni sentí cómo la aguja atravesaba mi piel teniendo aquellos otros dolores. Yo no sabía ni qué estaban haciéndome, estaba muy aturdida y lo veía todo borroso.

En un momento determinado noté que me movían, que me llevaban a otro lugar, a una habitación y una vez allí me administraron un calmante para el dolor de la pierna. Cerré los ojos, cansada.

Oí la puerta abrirse y luego el sillón, como si alguien se sentara en él para luego notar que me tomaban de la mano.

-Hola.-dije con la voz ronca, seguramente de gritar tanto, mientras abría los ojos y lo miraba.-Me alegro de que estés aquí.

Sonreí cuando me habló, su voz era ronca pero me alegraba que me hubiese hablado, eso significaba que estaba mejor, tampoco hablaba tan pausado ni tan inaudible como antes.

-¡Yo tambíen me alegro de estar aquí y que no sea otro! - pensé para mis adentros, pero en realidad me hubiese gustado no estar allí, ni ella tampoco, por supuesto.

-Yo me alegro de que estes bien. - le contesté con la sonrisa amable que siempre llevaba en mi cara.

Sonreí y me dolió el labio, hice una mueca pero volví a mostrar mi sonrisa mientras aferraba la mano de Dan como si tuviese miedo de que se fuera.

-Gracias a ti.-susurré.-Creí que me moría...-aparté la mirada girando la cabeza hacia la ventana, que estaba frente al chico y la puerta.-Tenía miedo, Daniel... Me desabrochó la camisa, quería...-sentí un escalofrío y guardé silencio.

Con la otra mano le acaricié y le dí leves palmadas.

-Tranquila, ya ha pasado, no te volverá a tocar. - le dije convencido, si alguna vez me cruzaba con ese tío le haría sufrir.

Me comencé a enfadar y temblaba un poco, no queria transformarme delante de Ginny, tenia que controlarme.

-Un... momento, necesito ir al baño. - me disculpé con la voz algo temblorosa, como todo mi cuerpo, y antes de que pudiese decir nada me metí en la lavabo de la habitación y me eché agua en la cara, apoyando las manos a cada lado del lavamanos y suspirando, tratando de tranquilizarme.

Suspiré mientras me pasaba las manos por la cara, ya estaba mas tranquilo y no temblaba por lo que decidí salir con Ginny, que me miraba sin entender porque me habia ido así.

Me senté a su lado de nuevo y le cogí la mano.

-¿Me podrias decir como era el que te atacó? - le pregunté, asi me haria un dibujo mental y cuando lo viese...

Hice un mohín, no me volvería a tocar... ¿Pero y si volvía a por mí? Sentí que Dan temblaba y luego me soltó la mano. Fui a preguntar qué pasaba pero él me respondió. Iba al baño, ¿Pero por qué estaba tan nervioso? Hasta la voz le temblaba.

Mientras estaba sola recordé todo lo que me había hecho aquel hombre y gemí por no gritar, cerré los ojos con fuerza y pensé en John. Mi padre, ¿Qué le iba a decir a mi padre? Pues lo que había pasado... Quitando algunos detalles.

Dan volvió poco tiempo después y lo miré con gesto extrañado mientras él se sentaba y me tomaba de la mano de nuevo. Mi ceño se frunció ante su pregunta.

-¿Por qué quieres saber eso?

-Pues... - comencé a hablar pero callé.

¿Se lo decia? ¿Le digo que cuando lo viese pensaba matarlo? Tal vez se veia algo agresivo pero... ya le habia mentido una vez por no decirle lo de mi licántropia, por lo que esto no importaba...

-No puedo perdonarle que te haya hecho esto. No puedo dejar que se vaya de rositas como si nada... - después de eso iba añadir un "porque te quiero" pero no me atrevia, ya se lo habia dicho en una ocasión, pero no se habia enterado.

Hice una mueca de desagrado y terror cuando dijo eso.

-¡No!-chillé sentándome en la cama y sujetándolo por un brazo con la otra mano sin soltar la suya, como si fuese a marcharse ya y de aquella manera pudiese evitarlo.-¡Eso es una locura!

Hice una mueca de dolor, pero realmente no sabía qué era lo que me había dolido. Negué varias veces con la cabeza a gran velocidad con el miedo pintado en la cara. La imagen de aquel hombre asesinando a Dan... Grité.

-No, no, ¡No! ¡Te matará! ¡Él no es normal, no lo es! ¡Corre muy deprisa, tiene mucha fuerza! ¡No podrás con él!-empecé a llorar, temiendo por él.

(Me voy ya u.u Mañana más (?) xD)

(Ok, pero te contesto xD me gusta mucho rolear contigo ^^)

Escuché a Ginny decirme que no y negarme el ir a por él, traté de calmarla y decirle que no me iba a pasar nada, pero ella continuaba gritando sin dejarme explicarle nada. Me levanté de mi asiento, haciendo un gesto con las manos, pidiendo que se calmara.

-Tranquilizaté. - le pedí y le cogí la cara entre mis manos. - Él no es normal, lo sé y tienes toda la razón... - dudé en decirle que yo tampoco era normal, en todo lo que pasaba en Forks y la Push, lo que le dije en la playa la primera vez que nos vimos, sobre mi temperatura corporal, era mentira.

Sabia que si le decia corria peligro, los Vulturis podrían enterarse y venir a por ella. Mi abuelo me lo había contado. Pero... tenia la necesidad de no mentirle más, de explicarle todo, yo la protegeria de cualquier peligro.

Pero decidí que no estaba en condiciones para decirle una cosa así.

-Te lo explicaré todo cuando te den el alta y estemos mas tranquilos, te lo prometo. Pero ahora tranquilizate y dime como es ese tipo, no me hará nada, estamos... igualados en fuerzas por así decirlo, pero dimelo. - hablé tratandome de explicar. Siempre cumplia mis promesas, pero ahora queria que me hablara de ese hombre.

(Oh, gracias por decírmelo, tenía la sensación de que roleabas sólo por habértelo pedido. A mí también me gusta rolear contigo, lo haces muy bien^^)

Puso sus manos en mi cara intentando calmarme, yo seguía llorando, no quería que aquel horrible ser le hiciera daño. Estaba tan asustada que no me daba cuenta del significado que sus palabras acarreaban, si cuando estuviese completamente tranquila recordaba todo lo que me había dicho aquel día, ya lo pensaría con detenimiento.

Ni siquiera sabía si realmente me había dicho que me quería, quería preguntárselo para estar segura pero no me atrevía, pensaba que si hacía eso se creería que yo era una creída o algo parecido.

Él se quedó un rato callado y yo evité la costumbre que tenía al ponerme nerviosa o frustrarme de morderme el labio inferior para no hacerme daño, cerré los ojos con fuerza al recordar cómo me lo había mordido y más lágrimas salieron pero sin llanto. Miré a Dan respirando hondo, me sentía tan cansada. Después volví a cerrarlos.

-Blanco, era muy blanco, su piel daba escalofríos al tacto, estaba congelado, como los muertos. Sus ojos... Sus ojos eran verdes, de un extraño verde pistacho, y estaban perfilados de negro. No recuerdo nada más.-acabé con la voz quebrada. Recordar a aquel ser me había sentado como una patada en el estómago.

(Como te enfrentes a él no va a salir nada bueno de eso xD Me ha dicho que quiere usarte como cebo)

[OFF]

Me quiere usar como cebo? para quien? o.o Da igual, mi personaje cuando le dices algo él sigue en sus trece xDDD Además, que las aventuras molan, mientras no me mate... xD

[ON]

Esperé callado a que se calmara, pero mis manos continuaban aguantando su cara. Cuando salieron lágrimas de sus ojos se las limpié con los pulgares para luego soltar su cara y escuchar lo que me decia.

Blanco y frió... Normal, era un vampiro. ¿Ojos verdes pistacho? Entonces seria facil reconocerlo ya que no hay muchos vampiros con los ojos tan llamativos. En mi cabeza se dibujó una imagen de un vampiro, no me habia dicho de que color tenia el pelo, pero seria facil encontrarle.

Escuché la voz de Ginny quebrarse a lo lejos de mis pensamientos. Me partió el alma, le habia hecho recordar algo que le causaba daño, pero era necesario... Me incliné hacia ella para susurrarle.

-Gracias por decirmelo. No te volverá a tocar mientras estes conmigo. - me entraron ganas de darle un beso, pero tenia una herida en los labios, por lo que no lo hice y me senté de nuevo en el sillón, parecia cansada y la queria dejar dormir.

Me limpió las lágrimas de la misma forma que aquella criatura lo había hecho y tuve que cerrar los ojos con fuerza para calmarme y no llorar, sus manos eran calientes. Escuché lo que me dijo en un susurro y volví a abrir los ojos cuando dejé de notar su contacto para ver que estaba sentado en el sillón. Alargué una mano con desespero, esperando que me la cogiera otra vez.

-No me dejes sola, quiero estar contigo.

¿Por qué voy tan lanzada? ¿Estoy loca o qué? Si lo conozco de dos días...-pensé con gran confusión.

-Tengo hambre...-murmuré y tosí, me dolía la garganta. Solté un suspiro nervioso. Quería decirle lo que pensaba de aquel hombre, pero no quería que me rechazara, que me echase de su lado por tomarme por loca.

O quizá también podría atribuirlo a que aún estuviese delirando, no me creería, pero tenía que contárselo a alguien.

-Era un vampiro, bebía mi sangre.-dije mirando a otro lado.

Noté una mano de Ginny buscando la mia, sin pensarmelo se la cogí y le acaricié con la otra mano.

-No te dejare sola, estoy aqui. - murmuré mas para mí que para ella.

-Esto me gusta... menos mal que he sido yo quien la ha encontrado. - pensé para mis adentros. Esto seguro que nos unia mas...

La escuché murmurar que tenia hambre y miré hacia los lados buscando algún tipo de alimento. No lo encontré y cuando le iba a decir que si queria que fuera a la cafeteria a por algo ella habló.

-Em... yo... te creo. - antes de que pudiera decir nada continué hablando. - Tal vez no me creas pero ese tío es un vampiro, al igual que yo soy un licántropo....

Sonreí cuando me dijo que me creía, me sentí bien interiormente, pero la humillación seguía ahí, el recuerdo de sus labios sobre los míos sólo para ahogar mis gritos... Sentí un escalofrío sólo reconfortado con el tacto de Dan.

Pero algo que dijo me hizo mirarlo con cara de extrañeza. Hice una mueca de desagrado cuando algo se me pasó por la cabeza.

Se está burlando de mí, lo sabía.-pensé bajando la mirada con tristeza. Pero no había soltado mi mano, y... Eso explicaba que su temperatura fuera tan alta, tampoco era normal.

Lo miré y sonreí, dándole a entender así que no me importaba lo que fuera, yo lo quería. ¿Lo quería? Eso sí que me parecía extraño, quizá era el no haber sido querida de aquella forma por un chico...

Genial, no decia nada, eso significaba que no me creia y me estaba tratando como un loco. Mi mirada se dirigió hacia su mano, aun agarrada por la mia.

-Tendré que explicarselo todo... - pensé mientras suspiraba.

-Pensaras que estoy loco, pero queria que lo supieras. - le dije y después suspiré. - Mi familia es descendientes de Quileutes, que son los que viven en la Push, la mayoria allí somos licántropos. Los vampiros tienen la piel fria y nosotros la tenemos caliente. - habia tantas cosas que explicarle que no sabia por donde empezar... - Nos transformamos en lobos cuando nos enfadamos y, quien tenga mucha practica, se transforma cuando quiere. Podrás saber cuando un licántropo está a punto de transformarse porque comienza a temblar... - hice una pausa esperando que entendiera todo o por si queria llamarme loco.

Miré un momento la trayectoria de su mirada, que se dirigía a mi mano, y después fijé mi mirada en su cara. Parecía muy nervioso, y yo lo escuché todo con atención, como si me estuviese contando un cuento de hadas, como hacía mi madre...

Esperé hasta que terminó de hablar y lo noté aún más tenso, no quería que se sintiera mal contándome aquello, por lo que le acaricié la mano con la mía, en la que tenía la aguja clavada, y le sonreí cálidamente.

-Por eso te has ido antes al baño, estabas temblando.-dije en voz baja.-No pienso que estés loco, te quiero demasiado para...

Abrí los ojos de asombro y me llevé las manos a la boca, soltando la suya en el proceso.

¡¿Qué he dicho, qué he dicho?! ¡Si apenas lo conozco!-pensé alarmada. Ya la había cagada, había tirado por la taza del váter una amistad por ser tan idiota... Dejé caer los brazos, acomodándome en la cama y aparté la mirada, completamente avergonzada.

Parpadeé un par de veces ante la sopresa de aquello que me dijo y luego vi su reacción. Busqué su mirada pero la apartó.

-Yo... yo también te quiero... - murmuré apoyando mis codos en mis rodillas, mientras jugaba nerviosamente con mis dedos. - Es una cosa de los licántropos. - meneé la cabeza hacia un lado. - Tengo tantas cosas que explicarte que ni se por donde empezar...

Giré bruscamente la cabeza hacia él y lo miré con los ojos desorbitados. ¿Él también?

Algún día tendré que dejar de ser tan inocente o me harán más daño del que he sufrido ya.-pensé.

-¿Una cosa de los licántropos? ¿El qué?-pregunté, totalmente confusa. Menos mal que mi cabeza estaba bien y me enteraba de todo lo que estaba pasando.-Empieza por lo más sencillo.-dije.

Tomé aire y me aclaré la garganta teatralmente.

-¿Que empiece por lo más sencillo? - pregunté mientras reía. - Aquí no hay nada sencillo, todo es complicado. - volví a reir pero al instante paré. - Bueno, esa cosa se llama imprimación, es como el amor a primera vista para ti, no puedes vivir sin la otra persona y todo eso... Eso es para asegurar más descentientes licántropos y... sí, es un poco putada... - dejé la frase en el aire.

Había pasado de no creer en tonterías fantásticas y cuentos de hadas, pasando por las paranoias de mi tía Cromentia con los vampiros a creer en ellos y en la existencia de licántropos. Pero había algo que no entendía, ¿Cómo era posible que me hubiese encontrado aquel vampiro de día?

Fruncí el ceño, escuchando a Dan. Me recordaba a mí misma, como si despreciara sus propias palabras, o a sí mismo...

-¿Por qué?-inquirí.-¿Acaso importa de quién te enamores? Cuando estás enamorado da igual de quién sea. A menos... Que yo no te guste.

Hice un mohín, ningún chico me había querido cerca en Texas...

-Bueno... - me toqué la nuca con la mano mientras masajeaba un poco, luego dejé caer la mano para dejarla colgado. - Eso pensaba antes, cuando mi abuelo me contaba sobre la imprimación. Pensaba que eso era horrible, quedarte atado a una persona sin tú quererlo y le decia que yo nunca me iba a imprimar... - eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos, suspiré. - Pero mi abuelo tenia razón, no es horrible.... además, tu tampoco elijes de quien te enamoras ¿no? - me encogí de hombros.

Lo miré otra vez con cara de enorme disgusto. Recordaba perfectamente cómo me había enamorado perdidamente de un chico del instituto de Texas. Un chico que nuna me hizo caso e, incluso, seguro que ni sabía que yo existía. Suspiré ante aquel recuerdo.

-No, no lo elijo. Pero al menos la... imprimación de los licántropos os asegura que seréis correspondidos en el amor.-dije con la voz un poco quebrada, había sufrido mucho con aquel chico.

Me encogí de hombros un poco.

-Suele ser que si, ya que nos convertimos en la media naranja de esa persona. Pero imaginate que no somos correspondidos. - callé, por suerte aquello no era mi caso, mas que nada yo tenia miedo de eso...