Leyendo (Evelyn Nicholls)

- ¿En serio? ¿Les quitan la gracia a los chistes en el doblaje?-pregunté, perpleja.- Vaya, tendré que verlos en español.-luego asentí con la cabeza y esbocé una sonrisa.- Sí, nunca me canso de ver los Simpson. Sin tele y sin cerveza Homer pierde la cabeza.-canturreé y luego me eché a reír.

- Sí, porque es imposible traducirlo todo igual para que no pierda el significado... asún así es que no se esfuerzan ni lo más mínimo para darle un poco de gracia. -Expliqué y luego me reí por el diálogo de Homer que dijo.- Cojo un muelle, lo tiro por el retrete... -Cantureé siguiéndole el juego.

- ... Y ya son diez mil muelles los que el retrete se ha tragado.-continué y seguí riendo.- Mira, están dando Los Simpson ahora.-dije dejando el canal que estaba puesto. Ahora estaban dando uno de los episodios de Halloween.- Me encantan estos.-dije dejando el mando entre ella y yo.

Me reí también y miré a la pantalla.

- ¡Ah, sí, los de Halloween! -Dije, contenta. No me llamaban mucho la atención los de Halloween, pero al menos me reiría un rato.

Más gracia que los capítulos con doblaje español seguro que eran. Ahora, me costaría un poco comprender lo que decían. Mi inglés no era perfecto.

Me quedé empanada viendo los dibujos y, de repente, fruncí el ceño y me moví rápidamente.

- ¿Qué hora es?-pregunté como para mí misma y miré mi reloj de pulsera, no podía vivir sin él.- Creo que voy a tener que empezar a hacer la cena.-dije levantándome del sofá.- ¿Quieres quedarte a cenar?

Ya no sabía cuánto tiempo llevaba en casa de Ginny cuando ella se preguntó en voz alta qué hora sería. De paso la miré yo también en el móvil. ¡Madre mía! ¡Ya eran casi las nueve!
Me levanté junto a mi amiga del sofá, pero negué rápidamente.

- No, Ginny, pero muchas gracias. -Agradecí y fui a la cocina a coger mi guitarra.- Hoy debo hacer la cena yo en mi casa. -Expliqué con pesadumbre.

- Oh, vaya, qué mala pata.-comenté con pesar.- Oye, ¿Me dejarías... Tu número de móvil antes de irte?-pregunté con un poco de nerviosismo. En mi móvil no había ningún otro número, solamente el de mi padre y el de Dan, y eso me dejaba muy baja la autoestima, nunca había tenido amigos de verdad...

Asentí tristemente con la cabeza a lo primero que dijo y luego asentí más enérgicamente cuando me pidió mi número de móvil.

- Por supuesto que sí. -Sonreí y le apunté el número en un papel.- Este es. -Se lo entregué y cargué con mi guitarra al hombro.

Miré el papel como si me hubiesen dado la fórmula secreta de cómo fabricar oro. Luego levanté la cabeza y la miré a ella con una sonrisa de agradecimiento.

- Muchas gracias, Evelyn. Te haré una perdida luego.-le dije y la acompañé a la puerta.

- Gracias a ti. -Sonreí.- Otro día te invito yo a un café o un chocolate caliente. -Dije, recordando a la pequeña merienda que me había ofrecido.- Nos vemos, Ginny. -Me despedí junto a un movimiento horizontal de la mano y comencé a caminar hacia mi casa.

- Hasta pronto.-sonreí despidiéndola con la mano.- Ten cuidado...-murmuré. Luego cerré la puerta y fui al salón de nuevo para apagar la televisión. Cogí mi MP4 y me lo colgué, después fui a la cocina y empecé a preparar la cena, John no tardaría mucho en cenar.