Con el viento en la cara (Daniel)

Me aburría, me aburría soberanamente así que decidí ir a dar un paseo. Tras un rato de andar llegué a los acantilados, un sitio muy bonito y donde hacía bastante aire, suerte que ya no sentía frío.
Me senté en el borde del acantilado, respirando la agradable brisa marina con su olor salado. El viento que soplaba hacía que mi pelo volara, cosa que me divertía y que me distrajo durante un rato, pero un rato más bien corto.
Al final acabé mirando fijamente el color plomizo del mar, el azul del cielo y las caviotas que volavan tranquilamente y de tanto en tanton cazavan algun pobre pez.

Caminaba cabizbajo, mirando mis pies, absorto en mis pensamientos al borde de los acantilados cuando algo desvió mi atención de mi mente... una brisa atrajo un olor que me quemaba la garganta, no me gustaba nada, nunca antes había olido algo tan asqueroso.

Me dirigí hacia el olor, pensando que algún niñato habría tirado basuras pero ningún olor de basura quemaría la garganta de esta manera. Me sorprendí al ver que no había basura alguna, los acantilados estaban igual de limpios como siempre, era una chica sentada al borde del acantilado. Pensé que lo mas cordial era saludarla, aunque mi olfato me lo negara.

-Bonita vista, eh. – le dije a la chica una vez estaba tras suyo, mientras miraba al mar, conteniendo la respiración.

El olor de la brisa marina se vió interrumpido por el desagradable olor a perro mojado característico de los licans ¿Es que no usaban nunca colonia?

Unos instantes después apareció un chico y me habló.
- Si, bastante bonita - respondí sin mostrar que me hacía gracia que se aguantara la respiracion.

-Nunca te había visto por aquí. - le comenté mientras me sentaba a su lado.

Desvié la cabeza hacia el lado contrario donde estaba ella para coger aire, después contuve la respiración de nuevo y la miré me sentía como un masoquista ¿Acaso a ella no le olia como a mi?

- Bueno... Solía venir cuando era pequeña, pero ahora hacía bastante tiempo que no volvía - le conté al desconocido.

El chico giró la cara para poder "respirar aire limpio" eso me cabreó mucho, de acuerdo que para los licátropos nuestro olor no era agradable, pero yo realemnte no apestaba... Me acababa de duchar.

- No te pases perrito, que tu no es que huelas a rosas precisamente - le dije con mala leche.

-Em... ¿Qué? - le pregunté a eso último que dijo ¿Como lo sabia? No sabia exactamente que tenia esa chica de raro, pero no era como las demás, nunca me habia cruzado con alguien como ella. - ¿Como me has llamado?

- Te he llamado perrito, es un término despectivo para denominar a los Licantropos - dije con sorna, como si fuera una profe y el un niño tonto- Vosotros nos llamais sanguijuelas y nosotros perritos.- Le aclaré, porque ahora parecía de veras sorprendido- ¿De verdad no lo sabías, no me estás tomando el pelo? - Le pregunté sin reirme de el.

Cuando comenzó hablar abrí mucho los ojos ¿Sabia lo que era? Pero... ¿Que era ella? Continué escuchando lo que me decia ¿Sanguijuelas? Yo jamás he llamado a nadie sanguijuela, aún no sabia a que se referia.

-No, no lo sabia. - le contesté serio. - Pero... aún no me ha quedado claro que eres. - le dije algo mosca.

El contestó que no lo sabía y me preguntó que era yo... Realmnte, o ese chico era muy buen actor o no sabía nada.
Abrí mucho los ojos y creo que también la boca ¿Podría ser que un licántropo no supiera de la existencia de los vampiros?

- Como esto sea un abroma me voy a cabrear mucho - dije con incredulidad y por lo tanto la amenaza no quedó muy convincente- Yo soy... Soy... Un vampiro - dije con tono bajo mientras desplazaba la mirada hacia el suelo, no me gusta reconocerlo y menos delante de un desconocido. Hacía que me sintiese mal.

¿Habia dicho vampiro? ¿Pero eso no era inventado? Pero claro... los licántropos también se supone que son inventados, por lo que me lo creí...

-Pues no es una broma... - le contesté tratando de respirar sin retirar la cara. - Digamos que no soy de aquí... Bueno, mis raices sí, pero me crié en otro sitio.

Entonces pensé en todas las historias que veia en internet y en los libros sobre licántropos y vampiros, eran enemigos ¿Eso significaba que nosotros también?

- Mmmm... Eso lo explica todo - dije cuando me contó que creció en otro sitio- Si te sirve de consuelo yo tambien soy nueva en todo esto... Solo hace unas semanas que me transformaron - Le dije, el chico parecía majo puede que yo huviese sido un poco borde... Hasta intentaba no apartar la cara cuando respiraba mi olor- No pasa nada, puedes apartar la cara si quieres - dije con resignación- Mi olor te parece desagradable y a mi el tuyo, aunque ningún humano lo note... Es lo malo de ser enemigos por naturaleza - Dije intentando sonreir- Aunque yo no pienso atacarte, tranquilo - añadí.

Bueno, no me sirve de consuelo pero me alivia saber que no soy el unico nuevo en todo esto - pensé a lo primero que dijo, pero como ella continuó hablando no la corté.

Cuando me dijo la segunda frase, al instante aparté la cara para tomar aire fresco, tal vez algo exagerado, pero pretendia ser gracioso.

-Gracias... - murmuré cuando pude respirar aire fresco de nuevo y la miré cuando continuó hablando.

Sonreí a lo que me dijo.

-Yo tampoco pienso atacarte. No me gustan mucho las peleas a no ser que sean necesarias. - hice una pausa, miré al mar y sonreí. - Parece que vamos contra-natural no odiarnos ¿no crees?

Me reí cuando apartó la cara y respiró exageradamente, a veces yo también tenía ganas de hacer eso... Sobretodo cuando estaba en casa de Jake, allí la peste era insoportable.

- De nada... - le contesté mientras reía.

El chico sonrió y dijo que no quería atacarme.
- Bueno, ya tenemos algo en común, a mi tampoco me gustan las peleas inecesarias-Después dijo que íbamos en contra de la naturaleza al no odiarnos
- Si, un poco... Pero las normas están para romperlas ¿No? - dije sonriendo- Además, antes ya he conocido a otros licántropos y no me he peleado con ellos.

Sonreí a lo que dijo sobre las normas, tenia razón, además, a mi me encantaba romper las normas, o al menos cuando era pequeño las rompia, se supone que ahora he "madurado".

-Pues tu eres la primera vampira que conozco. Tienes un privilegio. - le respondí. - ¿Quienes son los licántropos que has conocido? A lo mejor conozco alguno.

- ¡Ha! Después de esto ya puedo morir tranquila - dije en broma por su comentario.

- Conozco a Jack y a Jake - Me reí por el parecido de los nombres- Jacob Black es mi mejor amigo y con Jack Connor solo he hablado una vez, pero parece majo - Me puse a reír al recordar nuestro encuentro- Bueno... Al principio me daba miedo porque pensaba que me iba a zurrar, pero al final hablamos tranquilamente.

Reí a su comentario de broma y escuché lo que me dijo.

-Yo también les conozco. Me cae mejor Jack, además, hace mucho tiempo que no veo a Jake... - recordé el encuentro con Jake. - Jake y Nath querian ahogarme... - comencé a reir. - Y soy de la manada de Jack. - hice una pausa para respirar. - ¿Hace mucho tiempo que eres vampira?

- ¿Nath? ¿Quien es Nath? - pregunté cuando el mencionó su nombre, Jake nunca me había hablado de el.

El chico dijo que era de la manada de Jack- ¿A si...? - Mmm... Interesante, así que era verdad que Jack tenía una manada. Entonces el chico me preguntó cuanto tiempo llevaba transformada [Por cierto, ya estaba un poco cansada de haber de pensar en el como El Chico]- No... Tan solo unas semanas, pero me controlo muy bien para ser una neófita - dije con un poco de orgullo.

- Emm... Pr cierto... Me llamo Katherine, pero puedes llamarme Kat - dije con un poco de vergüenza porque había olvidado presentarme.

-Pues Nath es otro licántropo. - le informé, la verdad que no sabia mucho de él...

Neófita... Por lo que supuse Neófito seria un vampiro que lleva muy poco transformado.

-Ah, si, cierto... Me llamo Daniel, pero todos me llaman Dan. - le ofrecí la mano para que me la estrechase. - Encantado.

- Aaa... - contesté simplemente cuando me dijo quien era Nath.

Daniel se presentó y me ofreció su mano, era el primer licántropo que lo hacía, así que me hizo ilusión. Acerqué mi mano a la suya ya la cogí poco a poco, no se que esperaba ¿Una decarga electrica? ¿Que se me derritiese la mano? Pues no pasó nada, solo que su mano parecía arder.

- Yo también estoy encantada de conocerte - le conteste- Si que tienes las manos calientes ¿No?

Siempre tenia la costumbre de estrechar la mano a quien conocía, pero nunca se la había ofrecido a un vampiro. Su mano era gélida y congelada, incluso me dio un escalofrío.

-Mi temperatura ronda por los 46 grados. Y tu estas congelada, pareces una muerta. - reí por mi comentario. - Bueno, técnicamente lo estas.

Dan dijo que mi mano estaba helada, que le diera un escalofrío me hizo gracia.

- ¡46! Pero si se podría cocinar sobre tu frente... - Dije en borma- Si, soy un muerto viviente... Que repelús. - Me había convertido en algo a lo que temía de niña- Pero, por otro lado, a vece es mejor que estar viva porque puedo hacer cosas que antes ni se me habrian pasado por la mente - le conté.

Reí a lo que dijo que se podia cocinar en mi frente.

-Bueno, pero también tendrá sus inconvenientes ¿no? Como los licántropos... - comencé a decir, la verdad que tener siempre calor era un inconveniente muy grande... - Por ejemplo, yo de los vampiros veo el inconveniente de chupar sangre ¿no os da asco? - bromeé imitando un escalofrio exagerado.

- Si, da mucho asco... O como mínimo a mi me lo da...- Dije, otra vez desanimada, me estaba costando mucho superar eso- Es horrible, tener que matar a gente inocente para alimentarte... Suerte que también nos podemos alimentar de animales porque sinó... - suspiré- Últimamente solo puedo pensar en eso... En que me he convertido en un monstruo, es como una obsesión. Y me deprime - le confesé- Pero se que lo superaré, o eso espero.

-Como se nota que eres nueva en todo esto... - le contesté mientras me tocaba la nuca con la mano y masajeaba un poco. - La verdad que nunca había tratado de animar a un vampiro, ni creo que se me de bien... - contesté sin saber si sonreir. - Y... no te ofendas pero... odio a los vampiros que matan a los humanos para alimentarse.

Reí cuando comentó que se notaba que era nueva, después dijo que odiaba a los vampiros que asesinaban humanos.

- Yo también los odio, por eso huí de casa antes de que pudiera matar a nadie - le conté- Vine hasta aquí y Jake me contó en que me había convertido, porque yo no lo sabía. Pensaba que me estaba volviendo loca y una canival - Recordé la ansiedad que sentí esos dias- Ahora estoy "Reabilitandome" porque aunque tengo mucho autocontrol tengo que entrenarme, por si acaso.