Buscando un bocado en la noche. (Libre)

Caminaba por los callejones oscuros de la gran ciudad de Seattle. Algunos seguramente pensaba que estaba como una cabra por ir sola por estas calles. Pero a quien intentase sobrepasarse, con un par de ostias iba de sobra. Me bajé la capucha de la sudadera al llega a una parte más desierta, la música de mi mp4 seguía sonando, por encima de ésta, escuché un grito, me paré y me quedé en silencio, para ver si había sido cosa de mi imaginación. Pero no lo era, pues escuché voces y el olor de sangre... Apresuré el paso, mientras apagaba el mp4. Algo me decía que alguien corría peligro y mi instinto de licántropo me obligaba a ir hacia allá.
Cuando escuché la voz rota de una chica gritar socorro, apresuré más el paso, siguiendo el olor de la sangre, que se mezcló con la de un vampiro. Mis manos empezaron a temblar, pronto llegué a otro callejón, en el cual pude apreciar con escasez la figura de un vampiro y la de una chica.
- ¡Ehh,tú! Suelta a la chica si no quieres tener problemas- Dije con la voz firme, acercándome lentamente.

Ahora también me dolía la cabeza a causa del golpe cuando él me había arrojado contra la pared.Noté un líquido caliente recorriendo mi nuca...¿más sangre? Luego observé aterrada lo que él hacía.¿Estaba...lamiendo mi sangre?¿Pero con qué tipo de loco escapado del psiquiátrico me había ido a cruzar?¿O no era un loco y era...? Detuve mis pensamientos a tiempo,consciente de que lo que se insinuaba en mi mente era imposible.La clase de ser que estaba imaginándome no existía,a pesar de que las pruebas que ya tenía para negar esa afirmación eran evidentes.Pero no podía ser posible,no quería creérmelo... Entonces él dijo "no-vida" y "cacería",y tuve que creerme todo lo que mi sentido común trataba de rechazar de manera sistemática.Perfecto,o era yo la loca o él estaba desquiciado.

- Tú no estás bien de la cabeza,¿sabes? -gimoteé.

Intenté soltar mi mano de la suya con forcejeos apagados,mientras mi visión se desenfocaba a intervalos irregulares,y de repente escuché la voz de una chica ordenándole que me soltara.¿Una chica...?¿Pero es que no se daba cuenta de que él la mataría igual que a mí?

- No... -le advertí.- Márchate,te hará daño...

No la veía bien a causa del mareo y la oscuridad,pero no debía tener mucha más edad que yo.

Volví a respirar profundamente, disfrutando del momento, y entonces el dulce y excitante olor de la sangre se mezclo con uno de perro mojado, o más bien a... podrido. Arrugué la nariz y me giré hacia la chica que me había ordenado soltar mi aperitivo, pero sin soltar el cuello de la humana.
Volví a coger la muñeca de la chica, mirando hacia la licántropo y sonreí sádicamente.

- ¿Sí? ¿Y qué me pasará si no lo hago, perrita? -Evidencié su naturaleza y luego miré a la humana.- Es una lástima que nos vayan a destrozar la velada, cariño, pero aún así lo nuestro no habría funcionado. -Dramaticé y rocé con los dientes la parte de la muñeca con sangre.

Gruñí, mirándolo con asco. Ignoré el comentario de la chica sobre que ése me iba a hacer daño.
- Acabarías realmente mal,no me subestimes.
- Te he dicho que la sueltes, asqueroso chupasangres- Me avalancé sobre él cogiéndole del cuello de la camisa y tirándo hacia atrás,haciendo que soltase la muñeca de la chica, me costó un poco, pero no era nada fuera de lo normal. Aproveché que había retrocedido para ponerme delante de la chica.
- ¿Qué pasa? ¿Que no eres tan valiente para lastimar a un hombre que tienes que irte por las chicas indefensas?

El vampiro ya no estaba a mi lado,y aunque eso me alivió,ahora era la chica la que estaba en peligro.Qué bien,nos iba a matar a la dos.Aunque ella lo había apartado de mi lado y no parecía que le hubiera costado mucho.¿Y si ella tampoco era lo que aparentaba? El nombre que la chica le había dado a mi violento acompañante acabó con las últimas dudas que yo tenía sobre su naturaleza.Vampiro.¿...Vampiro? ¡Pero es que no existían los vampiros! Gemí y me dejé caer al suelo resbalándome por la pared.Tuve cuidado de no mirar la mano herida ni apoyarla en el suelo.Sabía que me pondría a gritar si veía algún hueso fuera o me concentraba en el dolor,así que me dediqué a intentar mantenerme consciente para ver lo que estaba ocurriendo y qué intenciones tenía la chica con respecto al supuesto vampiro.

Silbé, fingiendo estar impresionado y alcé las cejas para sonreír después con una chispa de gracia.

- ¡Qué interesante! -Di una palmada, que sonó bastante aguda por la dureza de mi piel y me froté las manos.- Me parece que te quedarás con la duda de mi respuesta, pequeño saco de pulgas, no tengo por qué responderte.

Me acerqué lentamente hacia ella y le di suavemente con el dedo índice en la punta de la nariz.

- Y ahora, si me lo permites, iba a darme un pequeño capricho. ¿O te apetece jugar con el amo Alex?

Sabía perfectamente que los chuchos eran lo más impulsivo que podías encontrarte en el mundo, así que iba preparado para cualquier tipo de tortazo, puñetazo, zarpazo, etc.

Volví a gruñir, sin decir ni una palabra. Este tío me ponía de los nervios.
- Vuelve al infierno- Le respondí,asqueada, apartando la cara cuando me tocó la nariz.
- Contigo no iría ni a la esquina, Draculín. Y si no me contestas es por algo, vamos, ten un par de lo que hay que tener y vete a otra parte a fastidiar. - Me giré, aun mirándole, mientras tomaba a la chica delicademente en los brazos.
-Deja que la chica se vaya y pelea conmigo si quieres. Pero no le toques ni un pelo.

Decidido,era un vampiro.Y no demasiado bueno,por lo que había podido comprobar.La chica...¿qué era la chica? Porque tampoco podía ser humana,una humana normal no tenía tanta fuerza y él la había llamado de una forma extraña...¿perrita? Intenté recordar las historias que había escuchado sobre vampiros y en las cuales aparecían cierto tipo de seres con los que siempre estaban enemistados y que podían fácilmente adaptarse al perfil de la chica. ¿Estaba tratando de convencerme a mí misma de que los licántropos también existían y ella pertenecía a la especie? Bueno,a estas alturas ya estaba casi convencida de que yo también me había vuelto loca. No veía la forma de asimilar todo eso a la vez y,sin embargo,estaban allí,delante mía,insultándose mutuamente y dándome razones para ponerme a pensar sobre el asunto. Decidí no seguir el hilo de mis pensamientos porque estaban tomando un camino bastante extraño, y fue entonces cuando todo el dolor se desencadenó en forma de punzadas que recorrían de arriba a abajo mi brazo. Pude ver por fin mi mano y observé horrorizada varios fragmentos de hueso asomando entre la piel rasgada y la sangre gotear desde la muñeca al suelo.

- Qué asco... -susurré,arrugando la nariz.

En ese momento ella me cogió y yo no hice nada por evitarlo.Estaba bastante claro quién era la buena allí.Y todo lo que pudiera alejarme del bicho sanguinario que estaba en frente era positivo.Así que me acurruqué entre sus brazos y cerré los ojos para no mirar otra vez mi mano.

Comencé a reírme fuertemente por las contestaciones amargas de la licántropa.

- De verdad que los perros no tenéis ni un poquito de cerebro. -Dije entre carcajadas.- ¿Qué tal si intentas pensa la respuesta por ti misma? ¡Vamos, que a lo mejor lo logras! -Parecía que estaba hablando con un perro de verdad, lo típico del "vamos, perrito, ¡busca, busca!".

- Tu proposición me parece bastante divertida. -Fingí estar pensando.- Pero yo tengo una que lo es más. -Sonreí macabra y ampliamente y, sin que ninguna de las dos se diese cuenta, le arrebaté a la humana de los brazos, cogiéndola tal y como ella lo había estado haciendo hasta ese momento.- Juguemos un rato... -Susurré en un gruñido y desaparecí de allí, corriendo hacia las afueras de la ciudad con la humana en brazos.

-Si yo no tengo cerebro, tu vas a perderlo en cuanto te roce la cabeza, gilipollas. - Le espeté con asco.
- Que asco de tío, por dios. -Susurré, mirándole de reojo.Me estaba cabreando,y mucho. Gruñí fuertemente cuando me quitó a la chica de los brazos, me quité la sudadera que por suerte era grande y me la amarré en el cuello, uniendo sólo las mangas, para que cuando me transformase, no se destrozase, había perdido sólo cinco segundos, pero ya eran más que suficientes para que el vampiro se hubiera pirado. Joder, que aún seguía de bajeras, lo que menos quería era ponerme a jugar ahora con un vampiro estúpido. Salté y cuando volví a tocar el suelo, ya estaba a cuatro patas, no me volví para mirar las ropas destrozadas. Empecé a correr rápidamente, ocultándome por los rincones oscuros, pues el blanco de mi pelambrera me delataría. Alcancé al vampiro y le clavé los dientes en la piel de la pierna, jalando fuertemente para arrancársela.

Ya no estaba en los brazos de la chica.Eso era malo.Muy malo.Porque ahora estaba en brazos del vampiro.Qué mala suerte...
Solté un grito de dolor y terror a un mismo tiempo y me revolví entre sus brazos para soltarme y huir.Entonces ví algo que no esperaba.Aunque ya no sabía qué podía esperar más de todo aquel asunto.Un gran lobo blanco surgió detrás nuestra y sus dientes se hundieron en la pierna del vampiro tirando para arrancársela.Un atisbo de alivio volvió a mi interior,aunque tenía las esperanzas casi perdidas otra vez.

Corrí por los callejones oscuros de la ciudad para que mi identidad se conservase en el anonimato y miré un momento hacia atrás para encontrarme con la verdadera forma de la perra: un gran lobo blanco.
Me agarró de la pierna y tiró fuertemente, pero di un pequeño salto y conseguí asestarle una patada con todas mis fuerzas en el hocico, de forma que liberó mi pierna, un tanto tocada por el bocado del puto perro.

No podía pelear en condiciones con la chica en brazos, así que la lancé al aire bien fuerte para que me diese tiempo a coger a la perra de las orejas y mandarla a la otra punta sin problemas. Volví a agarrar a la humana y me subí de un salto al tejado de un establecimiento, que tenía luces. La verdad, ya me daba igual que la gente supiese que los vampiros existían, poco me importaba.

- ¡A ver si tienes tú lo que hay que tener para mostrarte como eres! -Le grité a la chucha con una sonrisa burlona en el rostro y succioné toda la sangre que pude de la muñeca de la chica, pero sin llegar a morderla. Si la ponzoña entraba en su sangre, ésta se contaminaría y no me serviría de nada.

Gemí de dolor cuando me pegó una patada en el hocico, noté algo caliente bajar para la boca, con la lengua me limpié la sangre y esta al segundo ya había dejado de sangrar.
Observé como tiraba a la humana y antes de que pudiese hacer nada, me tomó de las orejas, tirándome lejos. Me levanté en cuanto toqué el suelo.
Me estaba provocando, me daba igual subir ahí, pues si me llegaban a ver, podría pasar perfectamente por un lobo normal y corriente, pues muy grande no era. Salté en cuanto vi como succionaba su sangre, embestí contra el fuertemente, haciéndole retroceder, para luego ir hacia él y volver a morderle, ahora mucho más fuerte y tirando de su brazo, el cual estaba a punto de separarse de su cuerpo. Tenía que lastimarle también el otro brazo para que soltase a la chica.

De repente volé por los aires unos segundos y creí que me caería,pero no fue así,él me recogió otra vez y se subió a un tejado.Un tejado de un establecimiento donde parecía haber vida y en el que se escuchaban voces.Ahora íbamos a implicar a más gente,seguro que el vampiro se lo estaba pasando muy bien con todo esto.Me llevó unos minutos comprender que el lobo era la chica,y que mis sospechas se habían confirmado.Pero no me dio tiempo a pensar en nada más,porque él se estaba bebiendo mi sangre a base de largos tragos,y eso me debilitó hasta tal punto que las luces del establecimiento desaparecieron ante mis ojos y dejé de ver lo que ocurría.Sentí una sacudida cuando el lobo zarandeó al licántropo,pero no quería abrir mis párpados una vez más. Ya no tenía ganas de abrirlos.

Parecía que a la chica le daba igual que todo el mundo se percatara de su naturaleza. Mejor, pelear como si estuviésemos en un juego de plataformas resultaba más divertido aún. Claro que para la perra y la humana no lo sería, no sabían ver el lado gracioso de la vida.

El licántropo se me lanzó y ahora la tomó con mi brazo, el cual empezó a estirar hasta que éste cedió y salió por los aires. Gruñí y apreté los dienes fuertemente para no gritar del dolor que la ausencia del brazo suponía y solté sin cuidado a la chica, tirándola por el tejado del establecimiento y miré a la loba con rabia.

- ¿La quieres? ¡Ve a por ella! -Pero no me quedé contento con ello, sino que le hice la zancadilla a la chucha y como poco le rompí una de las patas delanteras.

Me quedé en el tejado esperando a ver lo que hacía la chica-lobo. Mi brazo quedó en el suelo del tejado, más tarde me encargaría de él.

Tiré de su brazo hasta arrancarlo y tirarlo lejos de donde estábamos. Pude ver su cara de dolor, pero no dijo nada. Eché a correr cuando tiró a la chica inconsciente por el tejado, hacia abajo. Me puso la zancadilla, haciendo que mi pata delantera derecha, fuese al garete. Ignoré el dolor que me produjo cuando toqué el suelo con las patas, justo 2 segundos antes de que la chica cayese encima mia. Me agaché enseguida y me moví un poco para que quedase en la cera. Le miré, puse mi oreja en su pecho, el corazón le latía pero levemente. Miré mi para y empecé a moverla, aguantando el dolor, tenía que colocármelo antes de que se soldara. Murmullos procedentes del local me hicieron dar cuenta de dónde seguíamos. Miré hacia arriba, ya arreglaría cuentas con el vampiro más tarde.
Me transformé de nuevo en humana, el brazo me dolía bastante, pero no era momento de pararse a pensar en el dolor. Me puse la sudadera que por suerte,al ser de mi hermano, me llegaba por las rodillas. Volví a tomar a la humana en brazos y empecé a caminar rápidamente, escondiéndome por los callejones, antes de que los clientes del restaurante o lo que fuese nos vieran.

Me había tirado desde lo alto del tejado y estaba prácticamente segura de que iba a morir cuando aterricé sobre algo blando.Abrí levemente los ojos para comprobar que era la loba y luego los desvié hacia el vampiro,que estaba sobre el tejado todavía y al que le faltaba un brazo.Qué imagen tan extraña...La loba estaba herida,hacía movimientos raros con una de sus patas y parecía aguardar algo.Me dejó sobre el asfalto y me hice un ovillo allí,aunque no me dio mucho tiempo a apoyar la mejilla en el suelo frío.Ella se había transformado otra vez en humana y me había vuelto a coger.Apoyé la cabeza en su hombro y volví a cerrar los ojos mientras el dolor se intensificaba y yo me obligaba a no gritar.

¿Así que la perra optaba por huír? Al final resultaba que la única que no se atrevía a arriesgar era ella. Ella sabía que llevaba todas las de perder, un solo lobo no podría jamás contra un vampiro a no ser que las circunstancias tuviesen los papeles cambiados en cuanto a experiencia se refería.

No vi necesario volver a por la humana. Ahora sabía que, si iba a por algún humano, vendría un licántropo y sería como un 2x1 en diversión.
La gente alternó la mirada entre pro donde se había ido la perra y donde estaba yo, confusos. Cogí mi brazo, tendido en el suelo, con total serenidad, bajé del tejado de un salto y me quedé mirando a los humanos, que me miraban con terror.

Una cosa quedó clara: esos humanos no tuvieron la oportunidad de ver la luz de un nuevo amanecer.

Suspiré, odiaba dejar la pelea intermedia. Pero no podía luchar si el vampiro usaba a la humana para despistarme. Cuando lo volviese a ver, aclararía las cosas con el, miré a la chica, estaba débil,pero no podía dejar que se durmiera.
- Soy Chris, no te preocupes, llegaremos dentro de poco.- Tenía que ir al hospital, empecé a correr, seguro que en poco tiempo estábamos en el hospital de Forks, con un poco de suerte, estaría el padre de Rosalie por ahí y él sabría bien como atenderla. - ¿Cómo te llamas?