Molestando a la bibliotecaria amargada (Belinda)

Llegué a la biblioteca media hora antes de que la abriesen y media hora antes de que llegase la chica híbrida que había conocido ese mismo día: Belinda.
No me resultó muy difícil llegar, todo estaba señalizado, tardé más bien poco en llegar, ya que me cansé de ir andando desde el bosque de Forks hasta Port Angeles y al final fui corriendo.

Me encontraba apoyado contra la pared, al lado de la biblioteca. No desentonaba mucho, ya que iba con el tipo de ropa que solía llevar: una camisa a rayas, un chaleco un poco más oscuro que la camisa, unos pantalones pitillo y unas converse. Oh, claro, y unas gafas de sol. Odiaba el sol con todas mis fuerzas.

Llegue a la biblioteca a la hora que acordada y vi a Alexander apoyado contra la pared al lado de la biblioteca.
Me había cambiado la ropa por una de mucho más sencilla y más comoda por si acaso tenia que volver a salir corriendo de alli. LLevaba unos vaqueros gastados, una camiseta de tirantes que había comprado el otro día y unas vans de caña alta moradas.
Me acerque a él-Quitate las gafas de sol para entrar no es muy normal llevar gafas de sol en espacios cerrados-dije a modo de saludo y me apoye contra una pared cercana-

Vi llegar a Belinda y me giré hacia ella para recibir un saludo bastante original. Sonreí de lado.

- Ya sé que los humanos no las usan para los interiores. -Aclaré.- Bueno, solo las mujeres que no van pintadas las usan. -Le señalé con la cabeza a una señora que entró en la biblioteca con gafas de sol.

-Bueno al menos no puedes decir que no soy original-dije y me rei-Esa señora tiene un aspecto horrible-comente y hice una pasa.
-¿Entramos?-pregunte aunque más bien la respuesta era obvia por lo que entre y busque con la mirada a la bibliotecaria. Cuando me vio puso cara de susto pero en seguida me dirigio la mirada de odio que tenia reservada especialmente para mi. Sonrei y me dirigi hacía mi mesa de siempre y me sente encima de ella.

- Sí, está bien, eres original. -Concedí.

Asentí a su pregunta, que era más bien una pregunta retórica y observé la cara de espanto que puso y luego la mirada de odio que le dedicó a Belinda. Me reí todo lo alto que pude de la señora. Si la señora de las gafas de un minuto atrás era horrorosa, la bibliotecaria le quitaba el puesto.
Me acerqué a la mesa en la que estaba Belinda y miré la biblioteca unos segundos.

- ¿Qué te parece si le hacemos mover el culo? -Dije refiriéndome a la bibliotecaria.

-Claro, ¿que te parece cargarnos la luz para empezar y luego un par de estanterias? para entonces ya habra llamado a la policia. Y Charlie Swan va bastante rapido en venir en estos casos por lo qu elo mejor es ir marchando antes qde que llegue-explique con la tranquilidad propia de quien ya lo ha hecho más de una vez
-Aunque si tienes alguna sugerencia sera bien recibida-añadi-

Off.Perdona la tardanza alex

- Claro, me parece buena idea. -Asentí.- Aunque también podríamos... -No completé la frase y antes de que Belinda hablase de nuevo le di con el dedo índice a la primera estantería que tenía al lado, de modo que cayó hacia atrás, creando un efecto dominó sobre las estanterías restants, que hicieron un ruido que podría haber dejado sordo a cualquiera.

Pude escuchar en mi cabeza todos los insultos que pensó la bibliotecaria para Belinda y para mí y sonreí con gusto.

Vi como se me habia adelantado por lo que pase a cargarme las luces. Aproveche las estanterias caidas que hacian como una escalera y subi por ellas y desde alli salte hacia una de las lamparas y em balance unos segundos sobre ellas antse de que cayera salte hacia la siguiente y repeti la operacion varias veces con diversion

La verdad es que no sabia ni porque me gustaba fastidiar a la mujer simplemente me divertia cosa que asustaba a una parte de mi aunque no a mi lado retorcido. ¿Por que hago esto?

Observé las siguientes acciones de Belinda y sonreí con satisfacción. Después miré hacia la bibliotecaria, que tenía los ojos fuera de sus órbitas y pensaba que estábamos completamente locos.
Me reí con ganas y luego me dirigí a mi pequeña nueva amiga.

- ¡No te preguntes nada, y diviértete! -Advertí sobre sus pensamientos y ví cómo la gente salía despavorida de la biblioteca.

Escuche lo que me dijo Alex y asenti con la cabez tenia razon ya tendria mala conciencia por ello luego en todo caso ahora al menos tenia que intentar pasarlo bien.
Llegue a la ultima lampara y despues de balancearme en ella y salte al suelo. Mire a la bibliotecaria tenia los ojos fuera de sus órbitas al cuando vio que la miraba me lanzo una de sus miradas envenenadas de vieja. Le saque la lengua y mire el reloj todavía faltaban unos 5 minutos antes de que llamara a la policia y ya estabamos solo los tres en la biblioteca.

La biblioteca hubiese quedado sumida en la oscuridad cuando Belinda se cargó la última lámpara si en vez de ser por la mañana fuese por la noche, pero por desgracia la luz del día pasaba a través de las ventanas.
Parecía que a la señora le iba a dar algo, pero no le di mucha importancia.
Anduve hacia Belinda pisando fuerte encima de las estanterías, partiéndolas.

- ¿Qué se te ocurre ahora?

-mmm podriamos hacer una torre de mesas y sillas la verdad es que no veo mucho más que hacer y en unos 5 minutos seguro que ya llamara a Charlie Swan-dije y me gire hacia a el.

- ¿5 minutos? -Inquirí, divertido.- Cómo se nota que les pesa el culo a esos policías... -Reí. Sabía que de esos 5 minutos me sobrarían como muchísimo 4 minutos y 30 segundos.

En seguida comencé a hacer lo que Belinda había propuesto. Lo que más me sorprendió es que esa mujer no se movía de la silla para nada.

-Sí, cinco minutos y dentro de unos 30 segundos se levantara de la silla y se escondera, asi podra ir a sesiones para tractar traumas gratis ya que se hara la traumada. Ademas le daran un tiempo de baja como cada vez-explique era algo rutinario.

Empece a juntar las mesas a toda velocidad

Parecía que Belinda habái estudiado a fondo a esa señora... bien, pues me encargaría de que esa vez al menos tuviese que ir con motivos reales a esa terapia... o quizás incluso al psiquiatra.

Cuando Belinda apiló todas las mesas y las sillas, fui a por la silla en la que estaba sentada la señora y la cogí sin problemas con ella encima. Me subí en la primera mesa apilada para no deshacer todo el "monumento" que habíamos creado Belinda y yo y dejé a la amargada en la parte más alta. Casi se tenía que agachar porque si cabeza tocaba el techo.

Bajé al suelo de un salto y miré a Belinda.

- Bueno, pues creo que ya está...

Observe como Alexander cogia a la vieja con silla incluida y la ponia en lo más alto de nuestro ''monumento''. Y no pude evitar reir-Creo que ahora esta completo que ahora si que necesitara la terapia-dije y hice como si me limpiara una lagrima invisible- Oh, el ''monumento'' esta completo al fin-comente mirandolo.

Fui hasta la mesa de la bibliotecaria y cogi su movil subi a la primera mesa y se lo lanze a la amargada para despues bajar de un salto.
-Ahora ya nos podemos ir con esto ya llamara a la poli y la bajaran-dije mirando a la vieja y luego a Alexander

Observé cómo Belinda le daba el móvil a la vieja amargáda y sonreí a medias.

- Para que luego nos digan que somos unos desconsiderados. -Bufé.

Salí de la biblioteca a paso tranquilo mientras algunas personas miraban con miedo y/o asombro dentro de la biblioteca. Me reí por las caras de panoli que ponían algunos y me metí las manos en los bolsillos. mientras caminaba.

Asenti con la cabeza y sonrei.
Sali de la biblioteca siguiendo a Alexander a nuestro paso la gente nos miraba de todas formas pasando desde miedo a asombro ademas de que podia sentir todos y cada uno de sus sentimientos con claridad.
Venga, ¿tan raro es lo que hemos hecho? Dios realmente estoy mal de la cabeza

- No te comas la cabeza, Belinda. -Advertí de nuevo.- No es raro. Es divertido. -La miré y sonreí satisfecho por el gran trabajo que habíamos hecho. De alguna forma, cuando molestábamos a la bibliotecaria, me había sentido como nuevo como un niño.

-Acostumbro a comerme el tarro-dije y solte un suspiro- Supongo que eso quiere decir que tengo conciencia que le vamos a hacer soy asi-añadi- Aunque la verdad es que me he divertido-dije y hice una pausa-Pensaras que estoy pirada, o más pirada de lo que ya has comprobado que estoy pero es como si fuera dos personas una parte de mi adora hacer sufrir a la bibliotecaria y la otra esta aterrada de la ''otra Belinda'' y piensa que esta mal-explique y enseguida me arrepenti Porque coño lo he dicho

- Tú misma lo has dicho. -La miré mientras caminábamos.- Conciencia. -Callé unos instantes.- Casi todo el mundo tiene como dos personas en su interior: la sensata y la juerguista. No pienso que estés loca, Belinda, me parece algo normal.

-Igualmente me estoy volviendo loca de verdad lo digo no dormir me afecta negativamente no actuo con normalidad normalemnte mi conciencia esta dormida casi permanentemente-comente. No sabia por que se lo decia a el pero necesitaba hablar con alguien.
-Y tu, ¿tienes conciencia?-pregunte por curiosidad

- ¿Por qué no duermes? -Inquirí, con una ceja alzada.

Luego esa ceja descendió para acabar frunciendo el ceño.

- ¿Conciencia? No, creo que no. -Hasta ahora había matado y torturado a miles de humanos y tenía la conciencia suficientemente tranquila como para seguir satisfaciéndome con el sabor de su sangre.

Asentí lentamente con la cabeza y pensé en una respuesta a su pregunta. Al cabo de un poco volvía a hablar
-Tengo cada día la misma pesadilla, noche tras noche desde hace una semana y se me quitan las ganas de dormir-respondi con calma y suspiré cada noche recordaba a Marie viva y luego muerta y no era muy agradable.

- Bueno, es que esa etapa de tu vida la tienes reciente... no sé si algún día lo superarás, ni si algún día olvidarás lo que pasó -aunque eso último lo dudara bastante. No creía que una cosa así se pudiese olvidar-, pero supongo que algún día podrás dormir tranquilamente.