Así que esto es Forks... (Libre)

Después de muchas horas de vuelo y de estar interna en casa desempaquetando cosas con mi hermana y mi madre, decidí ir a darme una vuelta por el nuevo lugar... para familiarizarme y aislarme un rato. No me gustaba estar mucho tiempo en casa, entre cuatro paredes. Me encantaban los espacios reducidos, pero estar encerrada en casa podía llegar a ser claustrofóbico incluso para mí.
Llegué al bosque casi sin quererlo. Estaba absorta por aquel lugar. No sabía qué tenía... ¿la humedad? ¿Las nubes? ¿Un bonito bosque? Daba igual, el caso es que me gustaba el cambio, era, en mi opinión contraria a la de mi hermana, mejor que Madrid, que siempre estaba lleno de coches dondequiera que mirases.
Tras estar un rato deleitándome pisando el mullidito suelo del bosque, escalé un árbol para luego sentarme en una de sus ramas. El lugar era perfecto. Muy tranquilo. Justo lo que buscaba.

Fui a dar una vuelta por el bosque, me gustaba, era bonito y tan tranquilo... Con ese olor a humadad, a hojas caídas y a muchas más cosas qeu ahora podía captar... Decididamente yo necesitaba tranquilidad para pensar en todo lo que me había ocurrido así que fuí andando sin rumbo hasta que allé un claro que olía de maravilla, y yo ya sabía que significaba ese olor. Me quité los auriculares del Ipod y no tuve que forzar nada mi oído para oír los latidos del corazón de una chica que estaba encaramada en un arbol. Debía de taner mi edad, tenía el pelo rojo y parecía agradable

- ¿Hola?- le dije vacilante, su olor era aceptable porque estaba lejos pero no sabía como reaccionaría si se acercaba más.

No me cansaría de pensarlo... perfecto... Forks era perfecto. Solo le faltaba ponerse a llover y ya me daría la alegría del día, aunque claro, eso ya era cuestrión de esperar. Había escuchado a los pueblerinos que en breves se podría a llover y la verdad... me fiaba más de su predicción que la predicción de los meteorólogos.
Estaba tan sumida en mis ridículos pensamientos que no me di cuenta de que una chica pasaba por el sitio en el que estaba yo hasta que me saludó.

- Hola. -Respondí con una sonrisa mirando hacia abajo, donde estaba la chica.

La chica, que hasta hacía unos instantes estaba sumida en sus pensamientos, me devolvió el saludo y me sonrió.
Verla allí encaramada en el arbol me hizo gracia ¿Quizas estaba dandole vueltas a algo como hacía yo? ¿Se habría enfadado porque la había interrumpido?

No sabía si preguntarle o no pero tras unos instantes me decidí- ¿Puedo preguntar porque estas subida a un arbol?- dije sonriendo con curiosidad.

Su expresión me inspiró curiosidad, pero mantuve mi sonrisa.

- Oh... es que me encanta subirme a los árboles. -Reí, algo avergonzada, supuse que encontrarse a una chica sentada en la rama de un árbol no era lo más común... Desde pequeña me había encantado subirme a los árboles. En España, recordaba que siempre me subía a los cerezos que habían en mi jardín, pero solo en primavera, cuando sus flores florecían.

Me dirigí hacia el arbol y me encaramé, intentando disimular que subía demasiado fácil y fluidamente como para ser humana, una vez estuve sentada en una rama cercana a la suya sonreí.
- ¡Ha! Tienes razón, es divertido...- dije riendo y disimuladamente tomé aire, noté la quemazón en mi garganta pero me controlé, se me hacía difícil pensar en matar a esa pobre chica...- Por cierto me llamo Katherin, pero puedes llamarme Kate- dije para distraerme, no era bueno pensar en como latía el pulso en su garganta...

Sonreí de nuevo cuando la chica logró subir al árbol y se sentaba en una rama cercana a la que estaba yo. En ese momento pude reparar en la envidiable belleza que poseía... parecía imposible, me recordaba a aquellas chicas de las revistas de moda de mi hermana.
Sacudí la cabeza, sacándome de mis pensamientos para responder a Katherine.

- Encantada, Kate. Yo me llamo Evelyn, pero suelen llamarme Lyn.

La chica se llamaba Evelyn, pero dijo que la llamara Lyn. La curiosidad volvió a ganar terreno a la sed y cuando tomé aire para preguntar se me hizo más fácil ignorar su aroma- ¿Y... Como es que has venido a Forks? ¿Porque eres nueva aquí, verdad?- Kate que cotilla eres... Me dije, pero tompoco era tan malo preguntar eso ¿No? Seguro que ella no se había mudado aquí por las mismas razones que yo... Ella no se había convertido en un monstruo.

Mi primera pregunta mental fue "¿cómo podía saber que era nueva?" pero luego me contesté a mí misma "Evelyn, este pueblo es muy pequeño, así que será fácil reconocer a los nuevos".

- Pues... he venido a Forks porque he tenido que irme de España por motivos económicos. -Me reí para mis adentros, parecía una fugitiva huyendo de la ley.

Así que por motivos económicos... Mmm... No era lo que esperaba- Yo tambien soy nueva... Solo he venido a visitar un viejo amigo, pero como no me sonaba tu cara de cuando venía de peke supuse que eras nueva- No sabía por que le contaba eso, pero algo tenía que decir...- Mmmm... ¿Que tipo de musica te gusta?- le pregunté, me daba miedo que se enfadara por el interrogatorio y se fuera pero realmente necesitaba hablar con una alguien.

Otra respuesta a mi anterior pregunta mental. Kate venía de pequeña a Forks, así que sabía quiénes eran nuevos o veteranos.
Sonreí cuando formuló la siguente pregunta. Amaba con todo mi ser la música... era una completa melómana.

- Me gusta el punk, el rock alternativo, el metal y muy poco de pop. -Respondí y vinieron a mi cabeza los pocos solos de bajo que había escuchado en algunas canciones y los múltiples solos de guitarra que había escuchado. Se me ponían los pelos de punta de solo pensar en ellos.- ¿Y a ti?

Mmmm... Parecía que esa chica tenía los mismos gustos musicales que yo- Lo mismo... Rock, metal, punk... Aunk podría añadir que tambien me gusta algo el Ska... - sonreí, esa chica me estaba empezando a caer muy bien- La verdad esk no podría vivir sin la musica... Siempre llevo mi Ipod conmigo, si me lo dejo me da un trauma...- me reí y al cabo de un rato pregunté con tono incrédulo- ¿Tu no tines ninguna pregunta?- luego pensé: Igual si que tiene pero es más educada que yo y no me quiere agobiar...

Reí por lo primero que dijo. Yo me sentía exactamente igual cuando me dejaba mi MP4 en casa, o cuando iba de excursión a alguna parte y en el camino del autobús se me acababa la batería... lo pasaba fatal cuando me pasaba cualquier de esas dos cosas.

- Sí, sí tengo... -Aunque la verdad, la pregunta que tengo quizás sea una tontería... pensé.- ¿Hace cuanto que vives en Forks?

-Hace unas semanas fuí a visitar a un amigo mío de la Push, la reserva India vecina, y pude que me quede un tiempo más en su casa... O puede que me compre una casita por quí... Me gusta este sitio- esto último lo pensé en voz alta.

- ¿La Push? ¿Reserva India? -Alcé una ceja y ladeé la cabeza.- Perdona, estoy algo perdida. -Reí un poco.- Vaya, es estupendo, supongo que así podré verte más días, ¿no? -Sonreí. Kate me estaba cayendo bastante bien y me gustaría verla más a menudo.

Mostró signos de no saber que era La Push así que se lo conté- Está justo aquí al lado y como ya he dicho es una reserva India. Es muy bonita y hay muchas playas aunque hace demasiado frío como para bañarse. Seguro que te gustaría.- Cuando dijo que le gustaría verme más días me puse muy contenta- ¡Claro que sí! - dije sonriendo, Lynn me caía muy bien. De repente me vino una idea a la mente - Sabes... Si te apetece te podría llevar una día a La push... Como dices que no la has visitado nunca...

Sonreí entre dientes. Mejor que no pudiésemos bañarnos, mi hidrofobia no me lo permitía. Hacía mucho que no me acercaba a una playa, así que no sabía cómo reaccionaría aún estando fuera del agua.

- ¡Vale! Me parece buena idea. -Contesté a su idea, pero luego recordé que ni yo sabía dónde vivía ella ni ella sabía dónde vivía yo.- Pero... ¿cómo nos encontraremos de nuevo?

- Mmm... Esa es una buena pregunta... - yo no sabía donde encontrarla ni tampoco ella a mi- Bueno podríamos quedar en algun sitio publico que sea fácil de reconocer o podrías enseñarme donde vives... - Aunque descarté esta opción, estaría más segura si yo no sabía donde vivía- ... Tambien puedo darte mi móbil, así podrás llamarme cuando quieras... ¿Tu tienes?

Me quedé un rato en silencio, considerando las tres opciones que me había dado Kate, de las que descarté las dos últimas.

- El sitio público es buena idea, ya que... -Hice una corta pausa.- No podría enseñarte dónde está mi casa, mi madre y mi hermana se han extremado con la seguridad y ahora están muy agobiadas con la mudanza. -Tomé aire.- Sobre lo del teléfono móvil, por ahora no tengo ninguno, tengo que cambiarme de número y aún no he tenido tiempo de cambiarme ni de número ni de compañía.

Y mi móvil que usaba en España lo tuve que tirar por ahí después de apuntar mis contactos en un papel, ya que no podría usarlo fuera del país por si me lo habían pinchado o algo.

- De acuerdo así que quedamos en algún sitio público ehh... ¿En cual? - intenté esconder que me sentía aliviada por no saber donde vivía, así no podría ir a por ella- Mmm... Pero creo que debería darte mi telefono o el fijo de mi amigo Jake porque sinó no podremos contactar... Imagina que no podemos ir donde hemos queddado por alguna razón, no podríamos volver a quedar. Aunque con lo pequeño que es forks seguro que nos encontraríamos por la calle.- Todo lo último lo dije pensando en voz alta- ahh... También podría darte mi dirección de correo electrónico...

Me llevé una mano a la nuca, revolviendo mi pelo, pensando y soltando un suspiro.

- Es que no tengo teléfono de nada, ni móvil ni fijo. Nos pondrán internet la semana que viene, hasta entonces estoy... incomunicada, pero es buena idea que me des tu dirección de correo electrónico. -Dije al fin.- ¿Por qué crees que no podrás ir a dondequiera que quedemos?

Nada... Solo me preocupa que a lo mejor no podré controlarme y te mataré Pensé, pero claro, no podía decirle eso- Es que ayer me bañé en la playa, el agua estaba muy fría y... Creo que estoy resfriada- Vaya mierda de excusa Kat- Ya te había dicho que al agua de las playas de La Push es muy fría- Reí para dissimular que me estaba poniendo nerviosa, esa excusa no servía para mucho tiempo, un resfriado solo dura unas semanas y seguramente se podía aplazar la salida...

Alcé una ceja. Ella no parecía resfriada, al contrario, parecía bastante sana, pero comprendí que quizás solo estuviese diciendo eso para no quedar conmigo... una excusa. No la culpaba, puede que la hubiese parecido muy cerrada, o rara, o quién sabe... ¿mi acento? ¿Sería mi acento? ¿Pero qué tonterías estaba pensando? A una persona no se la deja de lado por su acento... supongo.
Dejé de pensar en todo eso y sonreí a medias. No quería insistirla, si se lo había pensado mejor y no quería quedar, la comprendía.

- Oh... en ese caso espero que te mejores pronto. -Dije mientras me bajaba del árbol, me estaba cansando un poco de estar sentada sobre la rama y quería sentarme sobre algo más blando... pero cuando parecía que ya le había cogido el hilo a eso de subir y bajar árboles, resbalé, raspándome con la corteza del árbol por todo el costado del brazo derecho. Caí al suelo de espaldas, pero apenas me dolió, ya que el dolor estaba concentrado en el brazo, que sangraba bastante.- Vaya... -Suspiré a modo de quejido y me llevé la mano izquierda a la herida. Qué fallo, la mano estaba llena de tierra mojada y me escoció la herida al entrar en contacto con las partículas compactas del fango. Me quejé de nuevo, pero no me moví de allí. Ahora a ver cómo le explicaba eso a mi hermana y a mi madre...

(Lo siento, necesitaba provocarte un poquito xD)

- Gracias... ¿pero quedaremos, no?- la chica se había dado cuenta de que yo no parecía resfriada... Que fallo. Aemás parecía enojada ¿Se pensaba que yo no quería quedar con ella?
Lynn empezó a bajar del árbol, pero se cayó y... Un delicioso aroma llenó el aire, era muy difícil resistirse a eso ¿Que sería? Bajé para ver de donde provenía el olor y de repente me di cuenta de que Evelyn estaba sangrando...
...No podía pensar, tenía la mente nublada, monopolizada por el deseo de beber esa sangre... Roja, cálida, dulce... Perecía la cosa más deliciosa del mundo y ese olor...
Me acerqué a Lynn con una abrasadora quemazón en mi garganta, noté como mi boca se llenaba de ponzoña y mis colmillos salían, mis ojos seguro se estaban volviendo negros y mis movimientos eran cada vez más felinos.
Ahora ya no era Katherin, ahora era un vampiro...

Miré la herida sangrando e intenté limpiarme un poco la mano izquierda con el pantalón para intentar pararme la pequeña, o no tan pequeña hemorragia, pero no sirvió de mucho.
Kate bajó en seguida del árbol, apenas la ví moverse, y eso me asustó, pero el susto no fue comparable al que sentí cuando la miré a los ojos y comprobé que estaban del color del azabache, al contrario que antes.
Ella mostraba una posición ofensiva, por lo que retrocedí, aún en el suelo.

- ¿... Kate? -Intenté que la voz me sonase firme, pero, a contra de mi voluntad, me tembló.