Así que esto es Forks... (Libre)

- Si, me lo regaló cuando llevávamos dos meses saliendo... Era muy bonito, de plata con una piedra lila... Creo que era una amatista. El caso es que cuando lo dejamos me cabreé y se lo tiré a la cara delante de todo el instituto- Me dió un ataque de risa un tanto histérica, siempre me ponía nerviosa cuando hablaba de el- Era un imbécil, se lo merecía.- dije con un poco de rábia pero sin parar de reír.

No pude contenerlo, tenía que preguntar.

- ¿Qué te hizo? -Sabía perfectamente que esa pregunta fastidiaba, todo el mundo me la hacía cuando me preguntaban acerca de mi ex, pero dicen que... la curiosidad mató al gato...

- El... - no sabía como empezar, siempre me costaba hablar de el- Cuando salíamos pensaba que era perfecto, simpático, bueno, atento, guapo... Pero cuando llevábamos casi tres meses mi mejor amiga me confesó que se habían enrollado, así que fuí a hablar con el y el muy imbécil me dijo que era verdad pero que no debería importarme porque me quería a mi, que mi amiga solo había sido una diversón de una noche. Se tiene que ser muy imbécil e insensible para decir eso, como si mi amiga fuera una puta... Así que le mandé a la mierda- Me había costado mucho superarlo, porque aunque le había dejado seguía enamorada de el. Pero ahora simplemente me parecía un cratino.

Conforme Kate me contaba los motivos por el que dejó a su exnovio, mi ceño se iba frunciendo más.

- Pero... ¿y ese? -Dije con desprecio.- Menudo imbécil, se merecía que incluso le hubieses metido una torta. -O al menos yo lo hubiese hecho.- Cada vez tengo más claro que los tíos piensan más con la entrepierna que con el cerebro.

Me hizo gracia ver como el ceño de Lynn se iba frunciendo progresivamente.

- Si, se merecía un buen pueñetazo en plena cara pero... Fuí incapaz de pegarle porque entonces aún me gustaba- resoplé, estaba enfadada conmigo misma. Entonces Lynn volvió a hablar- Estoy completamente de acuerdo contigo- dije riendo.

- Te entiendo, aunque bueno, suerte que con el tiempo se te quita la venda de los ojos. -Sonreí, aunque el tiempo no hacía mucho cuando se trataba de olvidar a alguien, todo era cuestión de tener fuerza de voluntad.

- Si, suerte que al final pude ver realmente como era... - me quedé unos instantes pensativa y al final me atreví a preguntar- ¿A ti te ha pasado alguna vez algo malo con un novio?

- Eh... -Dudé unos instantes, no sabía si era... algo malo, nunca lo había comprendido.- Digamos que sí, pero no estoy segura. Se juntó con otra gente y a mí me dio de lado.

- Entonces es que era un imbécil - dije. Ninguna persona con un mínimo de inteligencia ignoraría a Lynn, o como mínimo eso era lo que pensaba yo- Si un chico no te valora lo bastante como para que estes entre el primer y el cuarto sitio de su lista de prioridades es que no te merece - dije sonriendo- Eso era lo que decía siempre mi mejor amiga.

Sonreí con Kate. Si ella hubiese estado conmigo cuando dejé a Ewan, seguramente lo hubiese superado más rápido, y mejor. Mis amigas de España se tiraban todo el día en contra mía cuando decía algo de él, y eso me dejó más fastidiada.

- Pues tu mejor amiga es una persona con mucho sentido común.

- En realidad no... - me puse a reir- Creo que encontró esta frase por internet y simplemente le gustó. Sandra es la chica más loca que puedas encontrar, pero es muy buena persona... Si quiere.- terminé la frase riendo pero luego me puse seria, últimamente padecía muchos canvios de humor... - Creo que no la volveré a ver nunca más, porque si lo hiciese tendría que darle demasiadas explicaciones y no es ni tan lista ni tan comprensiva como tu... Seguramente se asustaría y me echaría a patadas de su vida.

Fruncí el ceño, tratando de comprender lo que decía, y luego levanté una ceja. ¿No se supone que era su mejor amiga?

- Pero, y ella... ¿no se preocupará por ti?

- No, no creo... - repondí. Se notaba que Evelyn no conocía a las chicas de Los Angeles- A Sandra solo le importa ser guapa, tener un novio guapo, tener amigas guapas y que la inviten a las fiestas. Es muy superficial, solo se mostraba un poco humana cuando hablaba conmigo por eso nos hicimos amigas, porque era la única persona que conseguía derretir un poco del hielo que parecía envolver su corazón- No podía evitar comparar a Sandra con una bella emperadriz de las nieves- La verdad es que el resto de mi grupo de amigos era así también, nunca sabias lo que pensaban o si realmente les caís bien... El único amigo que tenía que sabía que realemnte le importaba era Jake - Suspiré- Ahora te preguntarás porqué seguía con ellos ¿Verdad? Pues porque éramos amigos de la infancia, de pequeños no eran así, se volvieron fríos de mayores. Las únicas "Normales" éramos yo y otra amiga llamada Jessica.

- Vaya... -No distaba mucho de la forma que la gente era en Madrid, en España también eran todos demasiado superficiales. Si eras buena persona y eras fea daba igual, te mandaban a la mierda y punto.- Veo que todo es igual dondequiera que vayas.

Volví a fruncir el ceño y me crucé de brazos.

- ¿Pues sabes qué? ¡A la mierda esa gente!

- Si, el mundo está lleno de gente superficial... Mira la musica, los más conocidos no son los más buenos sinó los que están más buenos y eso no está bien - dije y luego em arrepentí. No quería que Lynn se diera cuenta de lo obsesionada que estaba con la musica.

Evelyn frunció el ceño, cruzó los brazos y dijo: ¿Pues sabes que? ¡A la mierda conesa gente!

- Tienes toda la razón, los estirados son muy aburridos, nosotras estamos muy bien como estamos - dije, pero al instante no pude controlarme más y me eché a reír- ¡Que mona estás cuando te enfadas! Me recuerdas una frase que leí en un libro: Enojada como un gatito que se cree tigre- dije y continué riendo mientras la abrazaba cariñosamente, ignorando completamente el ardor de mi garganta.

- Dios, sí, ¡estoy totalmente de acuerdo contigo! -Me emocionaba muchísimo el hecho de que por fin encontrase a alguien que pensara igual que yo en el tema de la música.- Esa... Miley Cyrus... ¡bah! Chorradas, todo físico, pero canta de puta pena. -De seguro, si hubiese estado mi madre delante, me habría caído una buena colleja por hablar así, con la típica frase que siempre decía "¿y para esto he pagado yo durante siete años un colegio privado?"

No pude evitar sonrojarme por lo que dijo Kate y sonreí con vergüenza. Nunca había pensado en mí como una persona "mona", sino al contrario. Ella me abrazó y le di dos palmaditas suaves en la espalda. Había veces en los que los abrazos me pillaban desprevenida y no sabía cómo responderlos.

- ¿Un gatito que se cree tigre? -Reí con ella.- Esa es buena, me la apuntaré.

- Si, odio a Miley Cyrus - dije contenta de que Lynn estuviera de acuerdo conmigo- Y aún lo hace peor cuando canta como Hannah Montana, la cual ha sido rebautizada por Jake como: Hannah Tontana - Añadí.

Cuando vi que se sonrojaba por mi comentario le dije- En serio, Evelyn, eres muy guapa - tenía unos ojos verdes preciosos y el pelo rojo como el fuego- Una pregunta de cotilla ¿Tu pelo es teñido?

Me dio un gran escalofrío cuando mencionó luego la serie de Hannah Montana. Odiaba verla en televisión. Cada vez que hacía zapping y veía a esa tía en la televisión me daban ganas de estrellar el mando contra la pantalla. Después oi el mote que le había puesto el amigo de Kate, Jake se llamaba, y me reí.

- ¿Gua...pa? -Dudé. Otra cosa que jamás me había planteado sobre mí misma. Bueno, en realidad sí lo había hecho, pero siempre me había visto a mí misma como una persona normal y corriente, tirando a simplona y a veces sosa y aburrida.- Mi pelo es teñido. -Asentí.- Yo era castaña. -Y a veces echaba de menos mi color original, pero el pelirrojo era llamativo y me encantaba.

- Si, guapa. Lo único es que pareces tan tímida... Tienes que tener más confianza en tu misma - Aunque yo no era la mejor persona para dar cosejos sobre eso...

Lynn dijo que era teñida. Yo había pensado en teñirme de rojo el año anterior, mi madre me dijo que si lo hacía me mataba- Pues me gusta... Te sienta bien y llama la atención- dije, el rojo no pasaba fácilmente desaprecibido.

- ¿Confianza en mí misma? -Nunca me había gustado del todo esa frase, no iba conmigo... me refería a que, tener confianza en una misma significaba ser extrovertida porque se supone que no te importa lo que la gente piense, por lo tanto implicaría contar tus problemas sin que te importe lo que tu interlocutor diga o haga...

Comenzaba a pensar que dependía demasiado de las teorías de socialización...

- Gracias... -Dije mientras enroscaba un mechón en mi dedo índice de la mano izquierda.- La verdad es que... llevaba ya diez años queriendo teñírmelo de este color... -Y era genial ahora que lo llevaba así, me sentía mejor conmigo misma, aunque el motivo por el que lo tuviese que llevar así no me agradaba, al contario que el color de mi pelo, sino que me enfurecía.

- Si ya... Yo tampoco tengo mucha confianza en mi misma, pero si la tuviese todo me iría mejor - le conté - Por eso creo que deberías tenerla, porque en el fondo yo ya no puedo encajar en el mundo, pero tu aún si.- añadí.

- Yo también quería teñirmelo de rojo, pero mi madre me lo prohibió y además yo no era lo bastante valiente como para hacerlo - Me daba demasiado miedo quu alguien se riera de mi...

- Sí que puedes encajar, Kate, o al menos puedes entre los que conocemos tu secreto. -Sonreí.- Igualmente intentaré seguir tu consejo... gracias.

- ¿Por qué piensas que no eres valiente como para teñírtelo? -Inquirí.

- Gracias Evelyn. A partir de ahora las dos tenemos que intentar confiar más en nostotras mimsmas ¿OK? - le dije mientras alargaba la mano para "Sellar el pacto"

- Porque me daba miedo que mis amig@s se rieran de mi por el color rojo, ell@s eran más partidari@s de teñirse de rubio - le conté.

Sonreí ampliamente y le estrechñe la mano izquierda, ya que quizás le molestara que le acercara la derecha, que estaba dañada. Aquello fue como darle la mano a una estatua de mármol o a un bloque de hielo.

- OK.

Luego puse una cara rara.

- Vale, no tengo nada en contra de que se lo tiñan de rubio. -Ya que yo ya lo hice una vez... pero fue un poco desastroso porque el pelo se me quedó muy débil.- Pero si todos van igual significa que no tienen personalidad. -Hice una mueca. Me daba lástima ese tipo de gente.- Igualmente el castaño te favorece mucho, y aún más si no has seguido aquella oleada de teñirse de rubio. -Sonreí de nuevo.

Lynn dijo que el castaño me favorecía y que hacía bien de ir diferente que la otra gente

- Gracias - sonreí - Nunca me ha gustado ir como todo el mundo, como ya has dicho es como no tener personalidad - volví a sonreirle.