Esperando algo intersante

Dejé los intentos frustrados de usar mi plancha en el pelo. ¡Maldito pueblo en el que no paraba de llover! Podíamos haber huido a las islas caimán... puestos a irnos de España. Pero esque a Lyn y a mamá les encatba eso de lso climas fríos... vaya pueblo de gente rara... David vivía en Seattle y eso estaba demasiado lejos para ir todos los días...- Odio mi vida. Salí fuera y me senté en el suelo frente a la puerta esperando a que pasara algo o alguien intersante... ¿Interesante? ¿en Froks? ya podía esperar tranquila...

Acababa de salir del instituto y estaba hecha mierda, literalmente. Suerte que siempre llevaba mi skate para facilitarme la vuelta a casa aunque... no sabía del todo si quería llegar allí, porque siempre que estaba en casa me sentía muy sola, y lo único que deseaba ahora es que Annie se hubiese levantado ese día con buen pie, porque sino... podía haber una Tercera Guerra Mundial en casa.

Llegué al fin a la entrada de la casa, pero para mi sorpresa, Annie se encontraba allí, sentada en frente de la puerta.

- Hola, Annie...

¿Querías algo interesante? Pues si quieres arroz Catalina, ahí llegaba mi hermana la saltinbanqui con el skate

Un día te vas a matar, Evelyn... ¿de dónde vienes?

- Del instituto, claro. -Esa pregunta no me extrañaba en absoluto de mi hermana, ya que como ella dejó el instituto sin ni siquiera acabar la ESO, ya ni se acordaría de que el resto no éramos como ella.

¿Ya es tan tarde?- miré el reloj... ufff este maldito pueblo me trastocaba el horario y por cierto, odiaba cuando Evelyn se hacía la lista y me contestaba obviedades... marisabidilla...- ¿Y qué piensas que vamos a comer? Porque mamá no está ¿O tú ya has comido?

No me gustaba nada cuando Annie se irritaba de esa manera. Me daba miedo, y lo peor es que se enfadaba ella sola, yo no tenía la culpa de nada... pero siempre me tocaba apechugar.

- Yo ya he comido... -Aunque eso casi lo susurré, por miedo a que empezasen los gritos o el tono agresivo de mi hermana.

Suspiré... buf ahora a hacerme la comida. Miré de arriba a abajo a mi hermana evaluando al ropa que me llevaba... por Dios y "eso " era mi hermana, cielos
Oye Lyn... esta tarde nos vamos de compras, que necesitas ropa nueva...- dije con un poco cara de asco

Sí, vale, sentí miedo cuando mi hermana me miró de arriba a abajo. Eso era algo malo, muy malo... tan malo como... ¡DE COMPRAS! ¿¡Qué había hecho yo para merecer semejante tortura!? ¡No! ¡Definitivamente, no! ¿Qué tenía de malo mi camisa de leñador?
... Perfecto, había olvidado por completo que con quien estaba tratando era con mi hermana, la obsesa compulsiva de la ropa, la moda, los zapatos, los complementos más raros que podrías imaginarte...

- Mamá me compró ropa nueva hace poco... -Traté de mentir, auqnue quizás eso a mi hermana le diese igual. La verdad era que no cambiaba mi vestuario desde que nos fuimos de España.

¿Pero tu te crees que soy tonta? Vamos, esta tarde en cuanto coma y me arregle nos vamos de compras- Esta chica... una intenta renovarle el vestuario y arreglarle un poco y pone cara agria... ay Dios mío...- Y así me miro un par de cosas para mí- dije metiéndome en casa y diriéndome a la cocina

Y como esperaba... la mentira no causó el efecto que esperaba. Si había algo de lo que mi hermana se encargaba de actualizar siempre que podía, era la ropa. No entendía esa obsesión, ¡pero si es aburridísimo ir de compras! Pero si el caso también era mirarse unas cosas para ella... significaba que no volveríamos a casa hasta bien entrada la tarde.
Mierda, y yo que pretendía ir a ver a Jack o ir al bosque a ver si estaba Kate por allí...

No dije nada más y entré en la casa tras mi hermana, pero me desvié hacia las escaleras para dejar la mochila y el skate en mi habitación. Me senté un momento sobre mi cama para descansar un poco antes de que mi hermana me mandase a hacer cosas.

¡Evelyn!- grité desde la cocina- ¿has ordenado tu habitación?... oye.. haz los deberes antes de que nos vayamos que luego mamá me hecha la bronca... ah y saca a las perras que se van a volver locas- que niña esque era llegar y no hacer nada... menuda vaga

Me quedé con cara de muermo cuando la escuché gritarme desde la cocina, pero no me quedé con ganas de hacerla burla mientras no me viese. Comencé a hacer playback de ella con la boca, con el labio inferior sobresaliendo y poniendo caras raras mientras la imitaba, o sino hacía como si mis manos hablasen. Era una forma de desahogo... no me gustaban los malos rollos dentro de casa.

- Síiii, Annie... -Que si haz esto, que si haz lo otro... sí, sí, y tu zampa como una loca, cacho vaga.

Me levanté con pésame de la cama y saqué el libro y el cuaderno de historia. Por suerte los deberes eran solo de eso, así que no tardaría mucho en terminarlos...

Terminé de comer y llamé a David a ver qué estaba haciendo. Emepcé a hablar con él cuando oí cómo Evelyn descolgaba el otro teléfono

¡Evelyn que estoy hablando! te aguantas y te esperas a qu eyo acabe... anda ve a sacar a las perras- resoplé a veces parecía tontita

Después de unos veinte minutos, terminé los deberes y, para mi no-tan-sorpresa escuché cómo Annie hablaba con David, que estaba en Seattle. Descolgué el teléfono para hacer la gracia y para vengarme un poco y marqué números al azar. Escuché a Annie, frenética en el piso de abajo y me reí todo lo flojo que pude para que no me escuchara.

Le hice caso y bajé lentamente, no estaba muy activa ese día. Cogí las correas de las perras, les até las que les correspondían y salí a la calle. Sacar a pasear a Kora y a Channel al mismo tiempo era un suicidio asegurado, pero con tal de perder a mi hermana de vista aunque solo fuesen diez minutos era suficiente.

Evelyn se había ido hacía un rato así que no debía tardar en volver con lo cual debía darme prisa en lo que quería hacer. Muy a mi pesar colgué a David y me metí corriendo en el único baño de la casa que tenía ducha. Justo entonces oí a las perras ladrar en el recibidor y me reí... Evelyn debía habérselo pasado muy bien... con lo que le gustaba a Channel el barro

Como esperaba, Channel se había tirado a retozar por el barro. Kora al ser más "pija", se había quedado al márgen, sentada a mi lado. Lo agradecí bastante, la verdad, pero no me duró mucho el buen humor, ya que Channel se lanzó sobre mí al terminar de jugar, llenándome de barro por completo.

Fui a casa tras el largo paseo y entré con cuidado a la casa, yendo hacia el baño. Intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada. Entonces escuché una risita de la cabrona de mi hermana y fruncí el ceño con irritación.

Una bombillita se iluminó en mi cabeza y miré a Channel, la cachorra labradora de once meses que estaba hasta arriba de barro. Agarré a la perra, cogiéndola como pude y subí rápidamente las escaleras con ella en brazos. Llegué a la habitación de mi hermana y puse al animal encima de la queridísima cama de hierro forjado de Annie. En seguida comenzó a restregarse por los edredones.

- ¡Oh, Channel! ¿¡Pero qué has hecho!? -Grité muy alto con sorpresa totalmente fingida para que Annie me escuchara.

Me lo estaba pasando genial pero de pronto oí la frase de Evelyn y ruido en mi habitación y me asomé a la puerta

¡Evelyn! ¿qué pasa? - por su bien que a mi cama no el hubiera pasado nada...

Me encontraba a espaldas de mi hermana, así que sonreí, pero luego cambié mi rostro a uno de pánico cuando me giré hacia Annie.
Señalé hacia su cama, a Channel restregándose en ella y dejando todo lleno de fango.

¡Ay Cahnnel!- grité cuando ví el estropicio, corrí a bajarla de la cama, luego me giré a Evelyn y la miré con ira- ¿y tú por qué no haces nada para bajarla de ahí?- agarré a Channel del collar y tiré de ella hacia el baño, cuando pasé al lado de mi hermana y ví como se había manchado de barro le dije- tú no te duchas hasta que no me hayas cambiado las sábanas de la cama- miré el reloj y calculé, que con el tiempo que tardaba en lavar a Channel ya se nos hacían las seis de la tarde, chasqueé la lengua- ya no nos da tiempo a irnos- y me dirigí al baño

Me encogí de hombros cuando Annie me preguntó por qué no la bajaba de ahí. Era obvio el por qué, porque quería devolvérsela. Si es que a veces parecía que solo quería su cabeza para tener la cara bonita y presumir de pelo.

- Pues me temo que como te cambie las sábanas tal y como estoy, solo voy a conseguir que se manchen las nuevas sábanas. -Reprimí una sonrisa que iba a salir de mis labios, pero en mis ojos se denotaba diversión.

Al menos con todo esto había conseguido que no fuésemos de compras.

¡Ya estaba otra vez la marisabidilla! Que no me iba a rendir, que no- Bueno, entonces lavas tu a la perra y y luego te lavas tú, pero hasta que no vea a Channel limpia no te metes en la ducha- ufffffff me ponía fernética... ¡mimada! pensé mientras me dirigía a mi cama a quitar las sábanas

- Como veas. -Me giré hacia la salida de la habitación y cogí a Channel por el collar para llevármela al baño. La metí en la bañera tras forcejear mucho con ella, le quité el collar normal y el desparasitario y le eché el agua encima en cuanto noté que la temperatura era la adecuada. La perra se sacudía mucho, pero podía cogerla más o menos.

Ala ahí la dejaba, a ver si Channel tenía el día revoltoso y me daba una alegría. Me puse a quitar las sábanas y poner unas nuevas. Luego pensé que me aburría bastante y que Evelyn tenía para rato con la perra así que me metí en su habitación a ver que podía cotillearle

El ruido de la ducha no me permitía escuchar lo que ocurría fuera del baño, y eso me agobiaba mucho. ¿Quién sabe las cosas que podría estar ahciendo mi hermana mientras no podía hacer nada?
Esa mujer era muy rebuscada, y jamás pensaba en las consecuencias cuando hacía algo.
Decidí no darle mucha importancia y enjaboné bien a la perra para quitarle el barro del pelo.

Cogí su mochila... mmm nada en la agenda... ni notas ni nada... ay joe... me puse a mirar por la habitación y encontré su móvil. Bien eso me gustaba, me puse mirar... vaya vaya un mensaje de un tal Jack... de pronto noté que mi pie resbalaba con algo y me patinaba, el maldito skate, me agarré a la pared y no me caí pero el skate salió disparado y se chocó contra el armario haciendo un ruido atronador- ¡Mierda!