Los Acantilados de la Push

Llegué a los acantilados al cabo de un momento. No estaban lejos de mi casa y por lo que había oído en el pueblo, eran curiosos. También sería interesante verlos para hacerme una idea de mi futuro suicidio si las cosas iban mal. Duck, mi perro, debió sentir mis pensamientos, porque se movió agitado a mi lado. Le calmé con una media sonrisa y proseguí caminando hasta el borde rocoso del acantilado. Observé con sensación de vértigo cómo las olas chocaban abajo, abriendo surcos en las rocas puntiagudas, y volví a sonreir con un deje de locura esta vez. Duck se mantuvo alejado de la orilla, temblando bajo un árbol próximo.

- No pasa nada, Duck. -susurré,tranquilizadora.- No voy a tirarme... Todavía.

Me giré sobresaltada al oir una voz cerca de mí y observé al chico que acababa de aparecer con una ceja ligeramente arqueada.No le había oído llegar,y Duck al parecer tampoco...¿Qué ocurría en este pueblo,por qué todos eran tan sigilosos? Le miré fijamente.

- No iba a tirarme hoy... -respondí,pensativa.- No delante de mi perro y de otra persona.No me gusta la audiencia.

Bajé la mirada otra vez al agua, un poco mareada.

Me cogió del brazo suavemente y me retiró con sutileza del borde cortante de los acantilados.Parpadeé algo sorprendida.No estaba nada acostumbrada al contacto físico con nadie, y menos con chicos. Me sentí rara. Este pueblo me estaba cambiando, estaba rompiendo mis barreras de frialdad e indiferencia para convertirme en otra. Y me asustaba el hecho de que esto, en vez de molestarme, me estuviera gustando. Permanecí en el lugar donde él me dejó, mirándole con la misma fijeza. Duck agitó la cola cuando me vio alejarme del acantilado, pero ví la mirada de reojo que le lanzaba al chico. "Oh,no,otra vez no,Duck,¿qué es lo que pasa ahora? " El perro ya había gruñido a otra persona, y ahora parecía ir camino de lo mismo. Esperaba no tener que volver a deshacerme en disculpas con alguien. Eso si que no me gustaba.

- No importa. -respondí.- A veces es mejor meterse en las cosas de los demás porque haces bien.Estaba cerca del borde porque me dijeron que viniera a visitar todo esto y me dejé llevar por la curiosidad.Soy Helena.

Le tendí la mano,indecisa.

Desvié la mirada hacia Duck con expresión aún más confundida.

- Si... Suele ser simpático.Mejor no le toques... -asentí.- Pero desde que hemos llegado a este pueblo está un poco gruñón.No sé qué le pasa,probablemente sea el cambio de casa o algo por el estilo.Ayer gruñó a una chica que se me acercó en la playa y me mordió a mí...

Le mostré varios puntitos profundos surcando mi brazo y me encogí de hombros.Él me sonrió y para mi sorpresa le devolví mi mejor sonrisa.

Le miré con expresión divertida y volví a encogerme de hombros.

- Ooh,¿tú crees? -pregunté.- No lo sé.Pero si es así,mejor que vaya acostumbrándose a no ser tan territorial.Porque quiero conocer gente,ya es hora de que lo haga.

Suspiré y perdí la mirada en el horizonte azul del mar.

Era la primera vez que alguien me proponía algo así.Mi confusión iba en aumento,pero había una especie de sexto sentido en mi interior que intentaba actuar como guía.Esbocé una media sonrisa y no dudé al responderle.

- Sí. -contesté con el mismo énfasis que él.

Dí unos pasos vacilantes hasta él,confundida,sin saber cuál debía ser mi siguiente movimiento,esperando que él comenzara a caminar para seguirle sin más.Sin darme cuenta estaba depositando toda mi confianza en Thomas,un perfecto desconocido para mí. ¿Me estaba volviendo loca? En todo caso me encantaba el camino que estaba tomando mi locura. No era tan malo como pensé confiar en alguien.

Ahí llegaba la parte que más dolía...Explicar mi presencia en la Push.Sin embargo,supe nada más empezar a responderle que con él no sería tan difícil como lo había sido con la chica de la playa a la que le había contado mi historia.

- Mi madre murió en el parto y mi padre me llevó a vivir con él, -contesté.- pero un día desapareció y me quedé sola.Me enviaron a un orfanato.Hace poco cumplí los 18 años y me echaron del orfanato,pero me dijeron que mi madre me había dejado una herencia aquí,en la Push.Y tuve que venirme a vivir en este lugar con Duck.¿Tú por qué estás aquí?

Le miré con curiosidad.

Su historia me conmovió. Al parecer no era yo la única que tenía una vida difícil por allí. Le miré apenada.

- Vaya... -susurré.- Lo siento. Espero que tengas suerte y la encuentres...

Entonces situé una mano en su brazo en un gesto consolador. En ese momento me dí cuenta de la temperatura extraña de su piel, mucho más caliente que la mía, y me sobresalté.

- Oye... -musité.- ¿Estás bien? Estás ardiendo,¿no estarás enfermo?

Aquello era más que fiebre, su temperatura era muy superior a la mía. Y no atendí a su advertencia sobre el pozo. De repente mi pie dejó de pisar suelo firme y me tropecé hacia delante. Caí hacia algún sitio con un grito helado y escuché vagamente el aullido de Duck por encima de mí. Mi cabeza golpeó contra algo duro.

Oí vagamente que él pronunciaba mi nombre y quise responderle,pero sentía un dolor punzante en la cabeza y todo se había vuelto oscuro de repente.También notaba un líquido caliente recorrerme la frente.Supuse que era sangre.Intenté abrir los ojos,aunque tampoco encontré fuerzas para ello.Sin embargo me sentí totalmente segura con él.Sabía que no iba a hacerme nada.

Ya no notaba la sangre y el dolor había disminuído,así que me atreví a entreabrir los ojos con un aleteo y centrarlos en Thomas.Me llevé una mano temblorosa a la improvisada venda y suspiré profundamente.Se me estaba levantando dolor de cabeza ahora.

- Lo siento... -susurré con voz ahogada.- No debí caerme,lo siento...

Volví a cerrar los ojos un momento,mareada,escuchando la respiración de Duck cerca nuestra.

Volví a abrir los ojos,encontrándome a cada momento mejor,y me incorporé despacio.

- Ya estoy bien... -susurré.- Creo.Podemos seguir paseando,en serio,no pasa nada...

Intenté ponerme en pie y miré a Duck para tranquilizarle.Parecía alterado.

Apreté su mano entre la mía cuando al levantarme volvió a darme un nuevo mareo,pero me recuperé pronto.Caminé despacio a su lado,dejándome guiar por él. Duck nos seguía.

- Siento haberte causado tantos problemas. -me disculpé.- Lo siento.Y gracias por ayudarme.

Ahora apreté su mano de forma afectuosa,otra vez sorprendida por la calidez de su piel.

Le miré cuando me soltó y supuse que se había dado cuenta de mi sorpresa por la temperatura extraña de su piel. Suspiré,resignada,y proseguí el camino cerca de él,muy insegura. Duck se puso a mi lado y mi dirigió una mirada interrogativa con un deje de terror. Tenía miedo de que volviera a caerme. Le tranquilicé rozándole la cabeza con dos dedos y de pronto el dolor de la herida me cegó unos instantes y tuve que apoyarme sobre un árbol. Aún así,respondí a su pregunta.

- No,no tengo ninguna familia. -contesté.- A menos que mi padre ”perdido” pueda considerarse eso,y para mí no lo es...

Decidí no preguntarle por su familia por miedo a herir sus sentimientos o algo así. No me sentía capaz de caminar todavía, por lo que me mantuve cerca del árbol.

- ¿Y cuántos años tienes,Thomas?
-pregunté con suavidad.